El cineasta Eloy de la Iglesia falleció ayer tras haber sido
intervenido de un grave enfermedad en un centro hospitalario de
Madrid, según fuentes cercanas a su familia. Eloy Germán de la
Iglesia nació el 1 de enero de 1944 en Zarautz (Guipúzcoa), aunque
se crió en Madrid. Con 20 años ya había escrito, dirigido o
producido casi cincuenta títulos para el medio televisivo, como «La
doncella del mar», «Los tres pelos del diablo» y «El mago de Oz»,
textos que formaron su primer largometraje «Fantasía» (1966).
Sus trabajos en pantalla grande se han visto envueltos en una
aureola de escándalo, que algunos tacharon de oportunismo, por
haber abordado temas conflictivos de marginación social en plena
etapa de la transición española. En 1969 apareció su «Algo amargo
en la boca» y, ya en los años 70, «Cuadrilátero» (1970), «El techo
de cristal» (1970), «La semana del asesino» (1971), «Una gota de
sangre para morir amando» (1973), «Nadie oyó gritar» (1973), «Juego
de amor prohibido» (1975), «Los placeres ocultos» (1976), «La otra
alcoba» (1976), «La criatura» (1977), «El sacerdote» (1978), «El
diputado» (1978) y «Miedo a salir de noche» (1979).
En los años 80 estrenó «Navajeros» (1980), «Colegas» (1980), «La
mujer del ministro» (1981), «El pico» (1983), «El pico II» (1984),
«Otra vuelta de tuerca» (1985) y «La estanquera de Vallecas» (1987)
-adaptación de una obra teatral de José Luis Alonso Santos. Durante
un largo tiempo apartado del cine por problemas con la droga, a la
que se enganchó en 1983, según reconoció, volvió con «Los novios
búlgaros» (2002), protagonizada por Fernando Guillén Cuervo y
Antonio Hens y basado en la novela de Eduardo Mendicutti, una
historia de amor homosexual con la inmigración de fondo.
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