«El pont del purgatori», cuadro de gran formato realizado en el siglo XVI por el pintor Mateo López y que acaba de ser restaurado.

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MARIANA DÍAZ

Una veintena de piezas de la Seu pasarán a formar parte, mediante una cesión en depósito, de la colección de obras de arte sacro que se expondrán en el Museo Diocesano tras su rehabilitación. Entre ellas se encuentran objetos diseñados por Gaudí y un cuadro de gran formato de Mateo López (Córdoba, 1520-Palma, 1591) que acaba de ser restaurado mediante un convenio entre el Consell de Mallorca, el Obispado y el Cabildo catedralicio.

Según explicó Pere Joan Llabrés, delegado diocesano de Patrimonio, ninguna de las piezas que la catedral presta el Museu Diocesano «está expuesta al culto», pero, algunas sí se utilizan en determinadas ceremonias religiosas por lo que «cuando deban de usarse saldrán del museo para ese acto» para después volver a las nuevas salas de la pinacoteca.

El cuadro al que nos referimos forma parte de una buena colección de los López, familia de pintores del siglo XVI, que tiene el museo. «El pont del purgatori», que así se titula, fue la primera obra de Mateo López senior, el fundador de la dinastía, en Mallorca. La pintó para el corredor de los cirios de la Seu, que estaba situado en los laterales del altar mayor y que Gaudí mandó desmontar durante la reforma que hizo en el templo para introducir totalmente la luz eléctrica.

Mateo López, nacido en Andalucía y casado en Montuïri, fundó el taller de pintura más importante de la Mallorca del siglo XVI al llegar a la Isla procedente de Valencia, donde se había formado, que entonces era el lugar «más avanzado en pintura».

Restaurado en Mallorca, el cuadro «responde a una iconografía medieval acerca de leyendas sobre el purgatorio». Como se puede ver en la imagen del cuadro que acompaña estas líneas, una serie de cuerpos desnudos portan sobre sus espaldas grandes bloques de piedra. Pues bien, estos cuerpos representan a las almas que cargan con sus pecados y algunas caen por el peso de los mismos.

En cuanto a los diseños de Gaudí, dispersos ahora por el interior del templo, formaron parte de la exposición sobre la obra del arquitecto catalán que se hizo en la Seu cuando gobernaba el Pacte de Progrés. Son, entre otros, el facistol, tintináculo, dos proyectos para vitrales, tres bancos, la escalera de exposición del Santísimo.

Como ya se ha avanzado en este diario, el Museu Diocesano contará con una sala dedicada a Gaudí. Casualmente, recuerda Llabrés, muy cera de dicha sala hay una ventana «que está protegida por una magnifica reja de Gaudí». Reja y ventana forman parte del espacio que el Palau Episcopal ha cedido al museo. Como huesped del obispo Campins, el arquitecto residió en el Palau durante el tiempo que trabajó en la Seu.