Concha Vidal y Carlos Puyol expondrán del 29 de abril al 10 de mayo sus obras pictóricas en la galería Sa Tafona, del hotel La Residencia de Deià. No se trata de dos artistas que trabajen conjuntamente, si no de dos autores que han visto que sus visiones artísticas se complementan en el sentido de que son tan opuestas que generan tensiones entre ellas.
Concha, mallorquina, y Carlos, argentino, coincidieron en la Universidad de Bellas Artes de Barcelona cuando estaban realizando el doctorado y tras haber hecho algunas exposiciones individuales. Si algo tienen en común sus obras, tan diferentes en la forma, es el sentido que quieren darle a la pintura, lejos de las modas y de las piezas de usar y tirar que predominan hoy. De hecho, Puyol afirma que «la pintura es todo lo contrario a seguir unas modas concretas».
Vidal expondrá en Deià ocho pinturas de gran formato, básicamente acrílicos sobre lienzo, donde se sirve del cuerpo humano para representarlo desde el mundo de las sensaciones, desde la subjetividad. Cuerpos que expresan desazón, ira, soledad o dolor que para la artista son formas de autoconocimiento, «de compromiso existencial», asegura.
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