De izquierda a derecha, Brett Millican, Sean Nolan, Craig Pesco, Peter Freestone y Travis Hair posan para la foto de familia captada ayer en el Auditórium. Foto: JOAN TORRES

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L.MOYÀ

Si Freddie Mercury no hubiera muerto, el pasado 4 de septiembre habría cumplido 60 años. Es un misterio si habría continuado sobre los escenarios o habría optado por abandonarlos, pero, lo que sí es cierto, es que su figura sigue despertando la misma pasión que cuando lideraba Queen. Un musical que recrea la gira que el grupo realizó en 1986, Queen, It's a Kinda Magic, celebra el aniversario del cantante con un tour que desde mañana y hasta el 1 de octubre permanecerá en el Auditòrium.

Los encargados de ponerse en la piel de los integrantes de la banda son Craig Pesco (Mercury), Colin Hill (Brian May), Brett Millican (Roger Taylor) y Sean Nolan (John Deacon). Acompañados de Peter Freestone, el asistente personal y biógrafo de Mercury, su propuesta no es un musical al uso. «Queremos que la gente crea que Queen ha resucitado, que el espectador esté convencido que está viendo a los originales», afirmó Pesco. ¿Cómo? Imitando sus movimientos, su ropa, su tono de voz, su escenografía. «Esta obra me devuelve a los shows que ofrecían. Además, la reacción del público es la misma. Se levantan, aplauden, cantan o bailan. Parece como si el tiempo no hubiera pasado», dijo Freestone. ¿Es difícil ser Freddie Mercury? «Es una responsabilidad por lo que implica y lo que significa. Es un gran orgullo», según Pesco. Pero, ¿cómo era Mercury? «Existían dos Freddie diferentes. Por una parte, estaba el que todo el mundo conocía, el que se comía el escenario y el mundo. Por otra, estaba el íntimo, el que se levantaba y se paseaba en chándal por casa. Un Mercury que se convertía rápidamente en lo que la gente esperaba», en palabras de su asistente personal y biógrafo.

Queen. I'ts a Kinda Magic pretende recuperar su gran época. «Cada actuación es diferente a la anterior. El vestuario, el público o la forma de enfrentarnos al show cambian, por lo que cada noche nunca es igual a la anterior», explicó Pesco. El espectáculo está destinado «a todos los públicos» y no sólo «a los fans incondicionales». «Muchos de los que vienen a vernos nunca tuvieron la oportunidad de contemplar a los auténticos Queen en directo. Ésta es su oportunidad». Peter Freestone empezó a trabajar con Mercury en 1979 y estuvo con el cantante hasta su muerte. «¿Si habría continuado cantando con 60 años? No lo creo. Probablemente sí seguiría grabando discos, pero odiaba la idea de hacerse mayor y tener que estar sobre un escenario».