El autor del poemario, el poeta mallorquín Carles Rebassa.

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CARLOS DOMENECH|BARCELONA

El poeta mallorquín Carles Rebassa (Palma, 1977) publica «Els joves i les vídues» en Edicions 62. Se trata de un poemario de 80 páginas que ganó hace pocas semanas el Premi Ausiàs March de Gandia, dotado con 6.000 euros. El poemario contiene «dos poemas muy largos junto a otros más cortos, con una rima interna, más intuitiva que académica», aclaró el autor. Sobre la combinación de jóvenes y viudas, Rebassa explicó que «un día se me ocurrió pensar en dos caracteres enfrentados, y las dos actitudes que una persona puede tomar durante la vida». De esta manera, el autor, que ha tardado dos años para escribir el conjunto de versos, se refiere a las viudas «en el sentido de alguien que busca excusas para justificar su dolor y buscar culpables», mientras que la juventud «no significa la edad sino la actitud positiva de alguien que no tiene porque ser optimista pero lucha y milita».

Más allá de los aspectos estrictamente creativos, el mallorquín se ha visto involucrado en un conflicto con José Ramón Pérez Gea, concejal en la oposición del Partido Popular de Gandia. Rebassa se refirió a la ciudad, durante la gala de entrega de los premios literarios el pasado 7 de octubre, como «catalana». En concreto, el poeta declaró que era «un placer ganar un premio nacional catalán, con el nombre de un poeta nacional catalán, en una ciudad tan catalana y tan falsamente conocida como española como Gandia». Pérez Gea manifestó que resulta «intolerable que un poeta venga a recoger un premio y aproveche para ofender a los valencianos». El PP de Gandia ha solicitado que se le retire el premio a Rebassa, si el autor no pide disculpas. El portavoz adjunto del PSPV-PSOE, Vicent Mascarell, indicó que «el PSOE no comparte ni la forma ni las manifestaciones expresadas por el poeta, aunque respeto la libertad de expresión del autor». El mallorquín no ha recibido ninguna información del trance, por parte de los organizadores del premio, aunque ayer mostró su indiferencia por la polémica y manifestó que «me da igual si me quitan el premio». Para Carles Rebassa, «la poesía es una manera de comunicar, un brazo más que tengo para poder hacer e imaginar cosas, es un hecho biológico y mental».

Una de las particularidades de Rebassa es su capacidad para recitar sus propias obras. «Empecé con la poesía oral con Toni Artigues hace dos años y la lección más importante ha sido entender que cuando escribes un poema debes convertirte en ese verso». Para el autor, «esta comunicación poética sirve para sobrevivir a los ataques de la información, para establecer un puente directo del autor con su propio texto y con la sensibilidad de la persona que te escucha». Los recitales poéticos viven en la actualidad una buena época.