TW
0

EFE/R.C.

Los paisajes de Mallorca triunfaron en la subasta de anteayer en Sotheby's de Londres, como ya ha publicado este periódico, donde un cuadro de Santiago Rusiñol (Barcelona, 1861 - Aranjuez, 1931) se convirtió en un récord de ventas en subasta en el ránking de dicho artista. El óleo Jardí de muntaya, Sa Coma, IV, pintado por Rusiñol en 1904, con unas medidas de 98,5 x 124 cms, salió a la venta con un valor estimado entre 119.000 y 179.000 euros y se vendió por un precio muy superior, 840.188 euros, convirtiéndose en un récord mundial en la cotización de la obra del artista catalán. En este óleo sobre tela Rusiñol, que había viajado a Mallorca en 1898 convaleciente de una enfermedad, recogió el paisaje en terrazas de Sa Coma. El lienzo se encontraba en paradero desconocido hasta que llegó a la casa de subastas y despertó un gran interés en la puja de anteayer dedicada al arte español de 1850 a 1930.

En tonos verde y tierra, Jardí de muntanya batió el récord que el año pasado alcanzó también en Sotheby's otro paisaje pintado en Mallorca por este maestro del Modernismo catalán, Almendros en flor, que se adjudicó por 326.852 euros. Según la página web de Sotheby's, también se vendió el cuadro Vista de la bahía de Palma de Mallorca, pintado por el catalán Eliseu Meifrén (1859 - 1940), cuando vivió en el barrio palmesano de El Terreno al lado de una casa en la que residió Gertrude Stein. Meifrén pintó esta vista de la bahía, lo que en, la actualidad, resultaría imposible debido al urbanismo de la zona. Con unas medidas de 90 x 85 cms, se valoró entre 44.000 y 74.500 euros y se vendió por 88.450. Según la citada web, el lote 162, que correspondía a una cuadro de Anglada-Camarasa (Barcelona, 1871 - Pollença, 1959) titulado Primavera. Flores al aire libre quedó sin vender. Según explica el catálogo de la subasta, el cuadro fue pintado por el artista en su exilio francés tras la Guerra Civil. Allí, dice el texto, «en ausencia de los paisajes dramáticos de Mallorca y Monserrat», vuelve a una pintura muy vital de experimentación cromática y textura radical. El catálogo dice que se exhibió en Palma en 1950 en una muestra antológica de la obra del artista tras la cual fue adquirido por Bartolomé Planas, a quien se lo compró el actual propietario.

En la puja de pintura española de finales del XIX y primeros del XX también se subastaron L'avia, de Rusiñol y telas de Sorolla, Nonell, Casas o Romero de Torres, entre otros. «La pintura española es muy atractiva para los compradores por su originalidad, la variedad de temas, su colorido y riqueza», según Adrian Biddell.