El local es usado por los alumnos de restauración de muebles.

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N.MARTÍ

Y es que la buena noticia es doble. La devolución del teatro al pueblo viene acompañada de una subvención del Ministerio de Vivienda, que asciende a dos millones de euros, y un concurso de ideas para remodelar la totalidad del centro. Según Ensenyat, «la intención es respetar la fachada y la estructura del teatro y adaptarlo a las necesidades actuales, con un escenario más grande, una buena sonoridad y una mejor aclimatación». Ensenyat cuenta que el concurso se celebre antes de primavera y las obras se inicien a lo largo del 2007. Asimismo, el alcalde adelantó que el local será la sede de la Escola Municipal de Música i Danza de Esporles, «centro que tiene ya 250 alumnos y necesita una sede para realizar clases, ensayos y conciertos».

Han tenido que pasar setenta años para que La casa del poble, en Esporles, volviera a manos del sindicato que la fundó e inauguró en el año 1930. El centro cultural, teatro, cine y todas sus propiedades fueron expoliadas durante la entrada de los franquistas y, hasta ahora, el Ministerio de Trabajo no la había devuelto a UGT, sindicato al que acogía. Una vez devuelto el teatro, y cedido al Ajuntament de Esporles, ha llegado la hora de restaurarlo y darle una nueva vida cultural. Según Miquel Ensenyat, alcalde de la población, «ésta era una vieja reivindicación», aunque reconoce que la actividad en el teatro nunca se ha detenido. «Aunque que no fuera del pueblo, el Consistorio siempre ha tenido la llave y ha organizado actividades en él. Pero como no era nuestro espacio, no podíamos llevar a cabo ninguna restauración».

La casa del pueblo de Esporles se inauguró en 1930. En aquella época, el pueblo tenía ocho fábricas textiles activas, con una gran actividad sindical, y necesitaba, pues, un centro social para satisfacer sus inquietudes culturales y de reunión. El teatro fue construido con el dinero y la mano de obra de los esporlencs y fue durante sus primeros años de vida, coincidiendo con la República, cuando el centro disfrutó de un mayor esplendor. Con el franquismo, su actividad disminuyó, aunque siempre ha sido un espacio de referencia en Esporles. Actualmente, el teatro está ocupado por un taller de restauración de muebles y, durante estas fiestas de Navidad, puede contemplarse, un año más, ebetlem esporlenc. Asimismo, este espacio también acoge la biblioteca municipal, aunque ésta ya tiene designada una nueva ubicación. El alcalde es consciente de que poder disponer de una sala de actuaciones dotará al pueblo de una vida cultural más intensa. «Ahora mismo no tenemos ningún espacio para representar una obra de teatro, únicamente la plaza», dice Esenyat. Antiguamente, Esporles contaba también con la Sala del Casino, local que «era de los de derechas» y que acabó siendo una discoteca. Ahora ha quedado reconvertida en viviendas, bancos y locales comerciales.