La mayoría de artistas mallorquines presentes en la feria de arte contemporáneo DeArte 2007, que cerró sus puertas el pasado lunes por la noche, vendió parte de su obra.
El escultor, Toni Font, incluido en el estand de jóvenes maestros, vendió su trabajo escultórico, lo mismo que la pintora pollencina Aina Cifre, incluida en Galeries Bennassar, y el artista Miquel Fuster, integrado en Pollença Art Jove. Font, además, fue elegido por el director general de Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Àlvaro Ballarín, para engrosar el patrominio cultural del gobierno madrileño.
El precio medio de estos trabajos es de 1.500 euros, «una manera de promocionar a los jóvenes creadores entre los amantes del arte que luego cuelgan las obras en sus casas», según explicó el director de DeArte, el mallorquín Miquel Tugores, quien calificó de «éxito» este encuentro que en esta edición alcanzó durante los cuatro días que duró los 10.000 visitantes. El evento contó con el patrocinio del Consell de Mallorca y Govern balear.
Vanrell repitió el éxito de 2006 con Tomeu Morey, mientras que Es Racó 98, de Sóller, puso en el mercado a Vicent Vila y al madrileño que vive en Mallorca José Mondéjar. También destaca Mirai Kobayashi, de 29 años, afincado en Madrid desde los 2 años, que mostró su arte en la galería mallorquina Ca'n Pinós y que se hizo con el premio Silken Hotel Puerta de América, lo que le permitirá exponer durante un año en este recinto hotelero de vanguardia. Aina Cifre quedó tercera en la valoración final de todas las jóvenes promesas de la feria. El premio más importante, Un futuro de arte, se lo llevó Jolanta Studzinska, de 27 años, domiciliada desde hace 6 años en Ciudad Real.
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