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C. DOMENEC|BARCELONA

El salón Antiquaris Barcelona cerró ayer sus puertas con la participación de dos anticuarios de Mallorca, Pepe Rubio y Francisco Servera, y dos galerías, Mediterrània y Joan Oliver «Maneu». Este último vendió Femme, oiseau, un cuadro de Joan Miró valorado en casi dos millones de euros.

Este óleo sobre tela de 89 x 130 cms, la pieza más cara del salón, irá a parar a un particular mallorquín. Joan Miró pintó el cuadro en 1972, muy probablemente en Mallorca. «Maneu» lo compró a la familia Miró hace seis meses. El galerista también vendió cuatro cuadros más del mismo autor, creados en los años 70. Francisco Servera participó en Antiquaris Barcelona con un stand propio y a la vez como miembro del comité organizador.

«Hubo más ventas, acudió más gente que el año pasado y la feria se ha consolidado como una de las dos más importantes de España», valoró. A falta de los datos de ayer, el salón recibió 23.000 visitas. El anticuario ha vendido principalmente «mobiliario de alto nivel».