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LAURA MOYÀ

¿Se pueden vestir los sueños? ¿Puede un traje convertirse en una pieza de arte? La artista Isabel Castro ha hecho posible que estos dos conceptos se unan a través del vestuario de Oníric, la nueva propuesta de TIC Teatre que ayer se estrenó en el Teatre de Lloseta y que hoy se vuelve a representar. La obra se basa en el mundo de los sueños.

«Cuando ideo estas piezas, en el fondo estoy haciendo esculturas llevables en forma de traje», explicó Castro. De esta manera, en Oníric pueden verse un vestido rojo con luces de colores, otro blanco con el corazón de una madre dibujado o un casco con una bombilla, entre otros. Unas piezas que beben de la filosofía desarrollada por la artista: «Quiero dar forma a las condiciones de la vida, mostrar cómo nos condiciona lo que nos rodea y cómo hace que seamos como somos». Y, en esta ocasión, hacer visible un universo fruto del subconsciente.

Trajes llevables
«Los obstáculos con los que me he encontrado han sido el hacer que los trajes fueran llevables y, sobre todo, el convertir en realidad la idea que Biel Jordà, director de la obra, tenía de cómo debía ser cada vestido». Cada pieza empezaba con un dibujo que, después, debía resolverse técnicamente, «lo más complicado». «Soy una persona muy terca y perseverante, lo que me ha ayudado a encontrar la solución». Una solución que ha bebido de ideas y materiales encontrados en «tiendas, casas de amigos o tiendas de náutica» y que ha tenido como lema una frase: «Si existe en mi cabeza, puede hacerse».