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M.G.B. La plaza de España de Llucmajor se llenó ayer por la noche para comprobar in situ la transformación de Marta Sánchez en reina de la música disco. Su último álbum, Miss Sánchez, la ha acercado a otros ritmos, que ya le han hecho ganar un disco de oro.

Vestida con unos leggins negros y una camisa plateada sin mangas y con capucha, la artista empezó su actuación interpretando la canción High energy, que forma parte su último álbum.

Acompañada por tres bailarinas y subida a sus botines de siempre, además de su marido y su hija, la artista fue desgranando uno a uno los temas de su repertorio. Mientras, el público, unas 2.500 personas según la organización, coreaba las canciones. Aquellos que no pudieron ocupar las primeras filas pudieron seguir la actuación a través de una pantalla, que mostró fielmente cada uno de los movimientos de la cantante, que no paró de bailar a lo largo de la noche.

La lluvia hizo acto de presencia poco después del inicio del concierto, pero no fue lo suficientemente intensa como para anular el concierto.