Los alumnos del curso de esgrima artística, preparados para atacar. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

TW
0
JOAN SAMPOL Espadas, sables, mosquetes, escudos... todo un sin fin de armas blancas y objetos diversos son las herramientas de trabajo del curso de esgrima artística que empieza el próximo día 1 de octubre en el Teatro de Lloseta y que, con la compañía Gent d'Armes al frente, se impartirá todos los lunes de 20.00 a 22.00 horas.

El curso, en el que se trabajan todo tipo de combates y diferentes épocas, como piratas, gladiadores, mosqueteros y guerreros medievales, entre otros, está dirigido por Patrick Lombrana, un especialista francés con más de 15 años de experiencia en espectáculos de acción en parques de atracciones como Eurodisney o Parc Asterix, en teatro, cine y televisión. Además de todos sus trabajos de doblaje y actor de combate, ha formado y dirigido a muchos actores a lo largo de los últimos años.

La Sala d'Armes surgió de la unión entre el mismo Lombrana y Miquel Suau, director del Teatro de Lloseta, actor y director escénico, que han apostado por un nuevo género poco utilizado hasta ahora en el país, el teatro de acción y movimiento.

Ya son cuatro los años de funcionamiento de este singular curso, en el que han pasado casi 40 alumnos, tanto actores como gente corriente interesada por el mundo de los combates con armas. Aunque es una materia que se enseña para la formación de actores, el curso está abierto para los mayores de 16 años que quieran aprender esta disciplina deportiva y cultural, y para las personas interesadas en investigar a través del combate artístico todas sus posibilidades de expresión y desarrollo personal a nivel psico-físico.

La práctica regular con las armas blancas desarrolla los reflejos, la coordinación y la concentración, así como las habilidades psicológicas como son la audacia, la tenacidad, la autodisciplina, la percepción, los cálculos visuales de espacio y tiempo, sin olvidar el propio control mental, ya que para asistir a este curso «hay que tener la mente clara y saber lo que se hace. El curso no entraña riesgos si se sabe lo que se hace. Enseñamos a luchar y a realizar coreografías con las armas, lo más realista posible, pero sin correr ningún riesgo», explicó Patrick Lombrana.