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JONAS CLIMENT El cómic balear está de enhorabuena por partida doble: la creación del Premio Nacional de Cómic surgió a partir de una propuesta realizada desde Mallorca y, el pasado lunes 19, el galardón de la primera edición recayó sobre el barcelonés y mallorquín de adopción Max por Bardín el superrealista, una obra que el jurado consideró que «marca un antes y un después en la historieta española».

En una entrevista, Max explicó que «a pesar de que la gente me decía que iba a ganar, yo intentaba mantenerme frío». «Lo que más me ha sorprendido es la gran cobertura que se le ha dado en los medios de comunicación», confesó.

A nivel personal, el autor reconoce que «el premio me ayudará en mi carrera. De momento ya me han llamado desde la editorial para decirme que se han disparado los pedidos de Bardín el superrealista».

Asimismo, Max espera que la existencia de un Premio Nacional sirva para normalizar la situación del cómic que «se había quedado en tierra de nadie al estar considerado por muchos un divertimento intrascendente para niños». Sin embargo, para el dibujante hay lugar para la esperanza. «Vivimos un momento en que parece que las cosas están cambiando y yendo para arriba, con casos como la película Persépolis», una película de animación, inspirada en el cómic de la iraní Marjane Satrapi que está cosechando muy buenos resultados de crítica y taquilla.

Sobre la situación del cómic en Balears, el autor de Bardín explicó qué «con la exposición Historietes se ha demostrado que el cómic de aquí cuenta con una buena cantera de artistas de distinta generación y tendencias. Además, existen varias editoriales locales que se dedican al cómic como Inrevés, Dolmen y Recerca». Sin embargo, opina que «hoy resulta más difícil abrirse camino en esta profesión porque, cuando yo empecé, pasábamos unos años haciendo la mili, es decir, colaborando en revistas, pero ahora el mercado pide libros completos de ochenta páginas y eso puede suponer un riesgo inasumible para los autores más jóvenes».

Además, Max adelantó que ya está trabajando en la próxima novela gráfica de su personaje Bardín que, en lugar de ser historietas sueltas, «estará compuesta por cuatro grandes historias interconectadas, siguiendo un poco el modelo de narración contemporáneo», dijo, refiriéndose a que romperá con la linealidad narrativa tradicional, como hacen, en el caso del cine, los directores Quentin Tarantino y González Iñarritu. «A nivel gráfico continuará en la línea del minimalismo, pero con explosiones puntuales de color y más psicodelia, ya que últimamente he estado escuchando mucho a los Grateful Dead», reveló con humor.