El Teatre Principal ofrecerá, entre los días 22 y 29 de diciembre, cinco funciones de la obra de Emilio Arrieta Marina, una de las zarzuelas más interpretadas y conocidas del repertorio lírico español.
En una producción como Marina hay que tener en cuenta, aparte del autor, la dirección y los actores, la escenografía y el vestuario, fundamentales para mostrar la calidad en cada acto. Dos pilares de la función que, según el diseñador Miguel Martorell, «cuando pasan desapercibidos por el espectador es porque están muy bien hechos».
Juanjo Granda, director de escena de esta obra, ha querido apostar por la calidad en cada detalle, un hecho que le ha llevado a elegir al escultor Pep Canyelles para la escenografía y a Martorell al frente del vestuario de Marina.
Diseñador y productor del Teatre Principal, Martorell ha hecho de su hobby su modus vivendi y después de vivir el mundo de la ópera y el teatro desde los 12 años, decidió iniciar su carrera como diseñador. Tras realizar el vestuario de zarzuelas como Gigantes y Cabezudos, La Montería, La Gran Vía, La Corte del Faraón, L'italiana in Algeri, o La Fanciulla del West, entre otras. Con Marina sobre todo ha trabajado en la fusión de las prendas con el maquillaje y la peluquería.
Cuatro meses han hecho falta para poder completar un vestuario que cuenta con más de 80 trajes, piezas únicas con las que Martorell ha conseguido que cada actor se sienta a gusto.
Describe este trabajo como un proceso que parte de un estudio minucioso de la época en que se desarrolla la obra. Según él, lo importante es que la representación sea lo más realista posible. Teniendo en cuenta la iluminación y la escenografía, para el diseñador lo demás es un proceso constructivo muy ágil basado en el tallaje, la medida y los retoques de cada diseño. Un trabajo llevado a cabo en el nuevo taller de sastrería del Principal.
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