Su compromiso con el arte flamenco le ha llevado a recorrer el mundo con una guitarra acuestas. Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía (Algeciras, 1947), encogido y con frío, nos recibió ayer en su casa de Campos para concedernos una entrevista con motivo del concierto que dará mañana viernes, a las 22.00 horas, en el Palma Arena de Palma. En él, este maestro del arte flamenco cerrará una gira de tres años. El guitarrista fue la figura promocional de Mallorca en la pasada feria de turismo World Travel Market, en Londres, y esta actuación forma parte del acuerdo al que llegó con el Govern, ya que se siente muy integrado en Mallorca, donde vive.
-Lleva dos años viviendo en Mallorca. ¿Por qué eligió Campos como su residencia actual?
-Mallorca tiene mucho atractivo: el mar, la cercanía con la Península, la tranquilidad, su belleza, el color del agua. Tiene todo lo que yo necesito para componer.
-¿Y qué le aporta la Isla en sus composiciones?
- Mucha paz, mucha tranquilidad y una vegetación mediterránea muy parecida a la de mi tierra, Algeciras.
-¿Qué hubiera hecho Paco de Lucía sin una guitarra?
-Pues, seguramente, sería contrabandista, es lo que vi de niño allí en Algeciras. Toda mi niñez estuve conviviendo con ellos. Pienso que, por mi carácter aventurero y un poquillo loco, seguramente sería un buen contrabandista, un oficio menos sufrido que el de la guitarra.
-¿Cree que en el arte flamenco es bueno innovar?
-Cuando yo era niño, el flamenco era una música estática y varada. No se podía cambiar nada de lo que decían los cánones y los puristas. Me aburría hacer siempre lo mismo y tener que repetir lo que ya habían hecho mis abuelos. Un día empecé a hacer mi música y empecé a hacer cosas diferentes sin perder la expresión, pero sí innovando en el lenguaje.
-¿Qué le supuso romper con los esquemas establecidos en el arte flamenco?
- Tuve muchos problemas. Los puristas siempre me criticaron y dijeron que yo era un 'chufla'. Pero conseguí hacer lo que me gustaba sintiéndome bien conmigo mismo. Incluso cuando me junté con Camarón, él me decía: «Paco, pero como vamos ha hacer esto, qué van a decir los de las peñas». «A los que nos tiene que gustar es a nosotros», le contestaba yo. En aquel tiempo, nosotros no podíamos dejar de ser lo que éramos, aunque hubiésemos querido, no lo hubiéramos conseguido.
-¿Qué es lo mejor y lo peor que le ha aportado ser un maestro del arte flamenco?
-Lo mejor es el reconocimiento y que los policías me quiten las multas en la carretera. Lo peor es la responsabilidad: algo que puede matar tu ilusión. A veces, esa responsabilidad te quita las ganas de seguir siendo artista, porque eres un referente para muchos y siempre tienes que estar al nivel, siempre tienes que estar en lo más alto, y eso, eso no hay cuerpo que lo aguante.
-¿Qué opina sobre que en Europa sólo exista un conservatorio en el que se puede aprender a tocar flamenco?
-En el arte flamenco lo importante es tener una niñez rodeado de gitanos. Todos los gitanos saben hacer ritmo, cantar, bailar, tocar la guitarra, y por eso considero que el mejor conservatorio que existe es nacer oyendo eso. Por eso la raza gitana da tan buenos artistas , porque lo tienen ya desde la niñez.
-¿Cuál cree que ha sido su papel en la música flamenca?
-Llevo dando conciertos por todo el mundo desde los 17 años. Son muchos años educando a un público y creando una afición y dando a conocer el flamenco. Después de tantos años, vaya donde vaya, siempre hay un teatro lleno y eso ha abierto las puertas para todos los guitarristas que vengan detrás. Esa es mi mayor satisfacción, el haber sufrido por la música que más quiero, la que tocaba mi padre y la que he defendido desde que era un niño.
-¿Es muy diferente el Paco de Lucía que compone al que está sobre los escenarios?
-En el escenario estás recogiendo la cosecha, estás feliz, disfrutas, estás haciendo lo que tu naturaleza te pide, lo que tu sabes hacer. El que compone es el que está sufriendo. Cuando te encierras a componer estás buscando algo nuevo, algo sorpresivo, algo que pueda motivar al público.
-¿Cómo recuerda a Camarón de la Isla?
- Ese fue el artista de mis sueños, el que más me impresionó, y ahora lo echo mucho de menos. Cuando murió me quedé con la sensación de que se me fue un hermano.
-Cositas buenas es de 2004. ¿Para cuando el próximo disco?
-Con este concierto acabo la gira, que comencé hace tres años con este disco. Ahora empezaré a componer el próximo y me da miedo porque no sé que saldrá .
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