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MARIANA DÍAZ/JOSEP M.AGUILÓ
El Cabildo de la Seu busca presupuestos en varias empresas de Mallorca para establecer en el interior del templo, bajo el rosetón, las medidas de seguridad anunciadas. En el Capítulo reina la convicción de que el Ajuntament de Palma debería hacerse cargo del gasto, o al menos de parte, ya que, como explicó el presidente de la entidad, Joan Darder, «los técnicos trazaron unos límites que hasta Cort reconoce que fueron superados, dos riesgos que podían prevenirse no se previeron». Grosske dijo que «políticamente me hago responsable» del exceso de decibelios.

También el PP se adhiere a esta postura y va más allá con la presentación de una propuesta, que irá al pleno, en la que se pedirá que los miembros de la Junta de Gobierno paguen «de su bolsillo» el coste de la rotura si se confirma que fue debido al Atiarfoc. Cabe recordar que el espectáculo no cumplió dos requisitos: se lanzaron cohetes que explotaron en altura y se superaron, hasta llegar a 113, los decibelios recomendados, que eran 78.

El PP pedirá que no se vuelvan a autorizar este tipo de actividades junto a la Catedral. El concejal popular Rafael Duran recordó que, «curiosamente», cuando el Consell prohibió el Aiguafoc en dicha zona tras la rotura de los cristales de una vidriera, hace diez años, «era el PSM quien tenía las competencias, como ahora, cuando autoriza el Atiarfoc».

Tras una inspección ocular desde el interior del templo, la técnica del Consell que acudió el lunes a la Seu dijo que no podía vincular la rotura con el Atiarfoc. Por su parte, Darder, que se definió como «un eclesiástico de diálogo» y de resolver «las cosas por las buenas» apuntó que «desde luego, no fue una caricia sobre el cristal, coadyuvó, empujó». Y añadió, desde «una postura neutral», que «entiendo que si los intereses que represento han sido lesionados y no se resuelven con el diálogo, apelaré a la justicia».