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CELIA HEREDIA Vicki Tapada (Palma, 1969) siempre escribe de noche, «cuando todo está silencioso». Sus fuentes de inspiración son sus propios sueños, de donde extrae muchas imágenes e ideas. La escritora afincada en Inca acaba de publicar su segundo libro de literatura infantil, Todas somos princesas, editado por Nostrum y con ilustraciones de Noemi Melia.

«El libro habla sobre los valores de la familia y de la amistad con el objetivo de fomentar la imaginación de los niños», dijo Tapada.
Todas somos princesas es una novela ambientada en Deià, que en el libro aparece como Ad-daia. En él, según la escritora, «transcurre la historia de una niña llamada Luna, la protagonista que, junto a Jaime, encuentra un colgante». Descubrir el origen de éste llevará a los niños a vivir una serie de aventuras «que enganchan al lector desde el principio». «Quise incluir algo original como son las recetas de repostería», comentó Tapada, ya que «la madre de Luna tiene una pastelería». «Hablo de los valores que deben fomentarse en los niños, cosa que nunca podrán conseguir los que pasan horas ante la videoconsola o del televisor», afirmó. Tapada comenzó escribiendo Mi madre creía en los cuentos de hadas (Nostrum). Ahora ya tiene listo su tercer libro Lágrimas negras (Entrelíneas), «una novela fantástica, que narra la historia de una chica huérfana que se ve obligada a ser bruja», explicó.