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Las primeras notas de la toccata La Farfalla, de Antoni Martorell, comienzan a oírse de fondo. Los acordes revolotean en el Claustre de Sant Francesc de Palma, «la número uno en España», Montserrat Torrent, estudia y prepara la composición en el gran órgano días antes del concierto inaugural de la sexta edición del Festival Internacional d'Orgue Antoni Martorell.

La armonía de esta obra anima la charla con Antoni Martorell y el organista alemán Bernhard Marx, quien actuará el próximo martes en Ciutat con motivo del encuentro. Lo hará con un programa amplio, donde no faltarán las piezas del músico mallorquín, entre ellas, «un comentario sobre un canto gregoriano, conocido en todo el mundo y muy apreciado en Alemania», explicó el músico.

Marx suele incluir habitualmente en sus repertorios piezas de Martorell porque «sus obras son muy interesantes por la sonoridad y la armonía», puntualizó. Bach, Telemann, Mendelssohn o Vierne conforman el programa marcado por una trilogía de estilos.

La música del Pare Martorell es apreciadísima en Europa, «tiene mucho colorido». El músico destacó cómo en una convención de jóvenes celebrada en 2005 en Blasien y presidida por el Papa, se nterpretaron piezas del mallorquín. Bernhard Marx, profesor del Conservatorio Superior de Música Sacra de Rottenburg, comentó, además, que en el centro de estudios tienen «una biblioteca de música de órgano y en los exámenes siempre se ponen obras de Martorell». «Es una de las figuras más importantes de la música española contemporánea, éste es un gran festival y está más que justificado que su ciudad natal se lo dedique», sostuvo el músico, quien destacó la calidad de todos los organistas que participan en el encuentro.

A sus 95 años, Martorell sigue componiendo. Passacaglia es su último trabajo. Está contento con el festival, «me honra mucho», apuntó. Sin embargo, pese a su amplia trayectoria, aún asegura sentirse un poco confundido, «no tengo conciencia de ser tan artista como ellos me quieren hacer ver».