Las aulas prefabricadas serán sustituídas por otras más altas. Foto: JOAN TORRES

TW
0

MARIANA DÍAZ

«Los niños no entrarán a clase si no se cambian las aulas». Así se expresaba ayer Tomas Picornell, director del Conservatori Professional, en relación a las aulas prefabricadas que se levantan al lado del centro para los alumnos de danza de los cursos inferiores. ¿La razón? Que la altura de las mismas no es suficiente. Pero todo indica que no hará falta que el equipo directivo del centro, profesoras y familias tomen medidas de fuerza porque Miquel Mestre, director general de Formación Profesional del Govern, prometió ayer que «las aulas se cambiarán».

Parece que hubo una falta de coordinación entre el Conservatori y la Conselleria respecto a la altura necesaria. Desde el centro aseguran que «habíamos hablado de aulas de tres metros» y Mestre comentó que «las profesoras nos dijeron que bastaba con 2,50 de alto». Lo importante es que, aunque ello implicará un nuevo retraso para que los horarios de danza se formalicen al cien por cien, las aulas cumplirán con «lo que exigen las normas técnicas del Conservatorio», según Mestre. Las que se habían comenzado a levantar tienen «cuarenta centímetros menos» de los tres metros necesarios.

Estas primeras aulas prefabricadas, solución de urgencia ante la endémica falta de espacio en el edificio del Conservatori y el aumento de alumnos y especialidades de danza, se apoyan sobre unos tacos de madera, como muestran las fotografías que acompañan este texto, un motivo más de preocupación para docentes y familias, que no las encuentran «seguras», señalaba ayer Picornell. Y la verdad es que, a simple vista, el efecto que producen es de inestabilidad, o «tercermundista», como comentaron a este diario unos profesores.

Por su parte, Mestre dijo que, «aunque los técnicos nos han dicho que el soporte es seguro, si hay preocupación también se cambiará». En la Conselleria explican que se hace «un esfuerzo para sacar partidas presupuestarias de donde se puede» y que se «facilitará al máximo» la instalación de estos alumnos.

Mientras, en el Conservatori, continúan recogiendo firmas para la creación de un centro específico para los estudios de danza, «que es la única solución», reafirmó Picornell, y esperan que las aulas prefabricadas sean «una solución sólo para este curso, como han prometido en la Conselleria».