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JONAS CLIMENT

Lisa Doctor, escritora y ex ejecutiva de Hollywood, prepara el lanzamiento de su nueva novela, A Sweet Piece of Cake, donde narra las experiencias de una californiana en Mallorca. Más allá de la ficción, la novelista, que vive en Los Àngeles, mantiene una estrecha relación con la Isla, donde recientemente ha impartido talleres de literatura creativa en inglés en la UIB y en la Escola Oficial d'Idiomes de Palma.

-¿Por qué ha escrito una novela ambientada en Mallorca?

-Quería contrastar dos culturas muy diferentes, la de Los Àngeles y la de los pueblos de Mallorca, y hacerlo sin juzgar, sin decir que hay una mejor que otra, aunque creo que hay ciertas diferencias en los estilos de vida y en los valores.

-¿Qué tipo de diferencias?

-Me llamó mucho la atención que aquí la gente tiene que enfrentarse, como en cualquier otro sitio, a asuntos problemáticos pero los manejan de manera diferente, con menos estrés. La actitud es más de «¿Qué podemos hacer? Si no podemos hacer nada, vámonos a la playa o a tomar un café y una ensaimada».

-¿Cómo introduce en su obra esta supuesta filosofía de los mallorquines?

-Pensé que había algo en esa actitud que la protagonista de mi novela podía aprender. Ella es una guionista de televisión con un trabajo muy estresante. Termina divorciándose y pierde el trabajo que la había definido. Al venir a Mallorca se rodea de mallorquines y, al observarles y experimentar sus propias experiencias, aprende cómo quiere vivir el resto de su vida. Los cencerros de las ovejas pasan a ser la banda sonora de su vida, en oposición al ruido del tráfico de Los Àngeles.

-¿Cómo es esa ciudad enloquecida?

-La protagonista vive en Santa Mónica, en la zona oeste de Los Àngeles, que está rodeada de gente que se define a sí misma por el tamaño de sus coches y sus casas, preocupada por si viven al norte o al sur de cierta calle. El dinero se convierte en parte de su identidad. Mientras que en Mallorca, el hecho de vivir en un pueblo o en otro no define tanto a las personas. Esta especie de filosofía de vida de la Isla me atrajo mucho y pensé que podría enseñarla a los norteamericanos, al menos desde mi punto de vista.

-Supongo que debe de ser difícil tratar de describir una cultura sin caer en los tópicos.

-La gente me han dicho «¿Qué sabes tu de Mallorca? No eres mallorquina, no te criaste aquí y tampoco hablas la lengua local». Yo les digo que es verdad, pero esta novela es mi interpretación de cómo veo este lugar a partir de toda la gente que he conocido aquí.

-¿En qué fase se encuentra el libro? ¿Espera que se publique en Mallorca?

-Acabo de entregar el primer borrador a mi agente, así que aún no dispongo de la fecha de publicación. Por ahora, estoy esperando sus anotaciones para pulir y mejorar el libro todo lo que pueda. Cuando esté listo, me encantaría ver la obra publicada en muchos lenguajes, incluido el español y el catalán, pero nada de eso depende de mí, sino de mi agente.

-Como la protagonista de su novela, parece que usted se ha integrado muy bien en la Isla durante sus visitas.

-Nunca me sentí tratada como una forastera, sino completamente aceptada y bienvenida. Siento un gran cariño y respeto por la gente que he conocido aquí. Además, muchos de ellos nunca han estado en Estados Unidos, así que tenían un gran interés por saber cómo somos los norteamericanos. Espero haber roto algunos estereotipos en este sentido, aunque creo que mucha gente ya sabía que el gobierno de Bush no definía quiénes somos.

-¿Se alegrará entonces de la victoria de Obama? ¿Qué piensa de él?

-Estoy encantada. Voté por Barack Obama porque tiene la capacidad para guiarnos hacia un futuro mejor y la habilidad para unir a la gente a través de la esperanza y no del miedo o el odio. Su visión política de la economía, las relaciones internacionales y el medioambiente es la que necesitamos ahora más que nunca. Además, el hecho de que todo tipo de americanos hayan apoyado de forma masiva a un afroamericano me hace sentir orgullosa de ser americana y ése es un sentimiento que no había tenido durante mucho tiempo.

-Durante su estancia en Mallorca ha trabajado con muchos escritores a través de sus cursos de literatura creativa en inglés. ¿Qué tal la experiencia?

-Antes de empezar las clases me dijeron que en Mallorca la gente es muy tímida, que no iban a levantarse y compartir sus historias con extraños y menos aún en un lenguaje que no es el suyo. Me dijeron no te sorprendas si a la gente no le interesa. Pero estoy encantada de poder decir que estaban equivocados. He trabajado con más de un centenar de escritores durante este último viaje, y la mayoría de ellos se han implicado con muchísimo entusiasmo. Además, nunca tuve que darles clases de gramática. Simplemente dejé que narraran sus historias desde sus corazones.

-También se reunió con algunos miembros de la Associació de Cineastes de les Illes Balears.

-Me impresionó encontrar a cineastas con tanta experiencia profesional y que conocen tan bien el negocio, así como otros más jóvenes que están empezando su carrera con muchísimo entusiasmo. Fue un placer poder contactarles y compartir con ellos mis experiencias y conocimientos de la industria de Hollywood.