23/11/08 0:00
MARIANA DÍAZ
Guillem Sagrera lo diseñó en el siglo XV como sede de la casa de contratación. En el XIX, Manuel Godoy ordenó que el edificio de sa Llonja se convirtiera en Real Fundición de Mallorca. Por ello, al inicio de la Guerra del Francés (1808), de la que este año se celebra el bicentenario, en su interior se levantaron hasta cinco hornos para la fabricación de cañones con la oposición frontal de la sociedad mallorquina, especialmente «de los comerciantes». Este capítulo «inédito» de la vida del edificio lo ha recogido el historiador Àngel Aparicio en el libro Sa Llonja. Una fundició de canons durante la Guerra de la Independència que se presenta mañana 24, a las 20.00, en el Centre d'Història i Cultura Militar (Santa Margalida), de la calle Sant Miquel, 69B de Palma.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.