Luis Corral, decano del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears, reunido con Jorn Utzon en su casa de Dinamarca, donde le entregó en 2004 la placa de miembro de honor de la entidad.

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A.LARGO/J.CLIMENT/EFE El arquitecto danés Jorn Utzon, creador de la Ópera de Sydney, murió ayer a los 90 años de un fallo cardíaco mientras dormía. Considerado uno de los arquitectos más importantes del siglo XX, Utzon había regresado hacía más de un año a su Dinamarca natal, después de haber residido varias décadas en Mallorca, donde dejó dos de sus últimas obras, Can Lis (Porto Petro, 1973) y Can Feliz (s'Horta de Felanitx, 1994), en la que vivió durante años con su mujer.

Precisamente, con motivo de su noventa aniversario, recientemente se celebró en Palma una jornada dedicada a la obra del arquitecto, organizada por el Govern. «Hace sólo cinco días estábamos todos felices en el encuentro internacional sobre su figura y ahora ésta es la peor noticia que podíamos tener», lamentó ayer el decano del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), Luis Corral.

Éste último tuvo oportunidad de conocer en persona a Utzon cuando, en 2004, junto al presidente de la Demarcación Mallorca del COAIB, Federico Climent, se reunieron con el arquitecto en su casa de Dinamarca para entregarle la primera, y hasta ahora única, placa de miembro de honor de la entidad. «Era una persona de una calidad y calidez extraordinaria», añadió Corral.

Homenaje
Por su parte, el conseller de Habitatge i Obres Públiques, Jaume Carbonero, consideró que «Utzon ha dejado una huella importante en Mallorca, como el gran maestro de arquitectos que ha sido, con dos joyas arquitectónicas como Can Lis y Can Feliz». Asimismo, anunció que no descarta celebrar «en un tiempo» un acto para recordar su memoria.

Ganador en 2003 del Premio Pritzker, considerado el 'Nobel' de la arquitectura, Utzon nació el 9 de abril de 1918 en Copenhague, aunque se mudó de pequeño a la localidad Aalborg, donde pasó su infancia. Allí se inauguró el pasado mayo un centro de investigación dedicado a su obra, diseñado por él mismo y por sus hijos Jan y Kim, y en el que se conserva el archivo personal del artista, que incluye obras desconocidas, bocetos y dibujos originales. En 1957 ganó el concurso internacional para construir la Ópera de Sydney, la obra que le dio la fama mundial y que es considerada uno de los iconos visuales del siglo pasado. En el famoso proyecto, «se dejó media vida para hacer entender al mundo la dimensión artística de la arquitectura», recordó Climent, autor de dos libros sobre este «gigante de la arquitectura», Dos casas en Mallorca (2000) y Utzon Handmade, que está previsto que se publique próximamente. Climent recordó que Mallorca se «anticipó» unos años al Premio Pritzker, y al consiguiente reconocimiento internacional, a la hora de rendir homenaje a Utzon en el ciclo de conferencias Futurisme de la Conselleria de Turisme. Posteriormente, llegarían la exposición antológica que COAIB le dedicó en 2003 y el citado nombramiento como colegiado de honor de esta misma entidad. Cabe recordar que, hace una semana, el director de la Fundación Utzon en Dinamarca, Adrian Carter, estuvo en Palma para participar en los actos del 90 aniversario del nacimiento del arquitecto danés. En una entrevista, comentó a este periódico que «las dos obras de Utzon en Mallorca son el resultado de una síntesis de poesía y pragmatismo», añadió.