Cerca de 4.000 butacas, en concreto 3.900, es el aforo que, finalmente, se ha cerrado para la actuación de Woody Allen en el Palma Arena, un concierto para despejar la resaca de Cap d'Any que tendrá lugar mañana, día 1, a partir de las 21.00 horas.
Allen y su banda, la New Orleans Jazz Band, pasarán pocas horas en Ciutat, a donde tienen previsto llegar en jet privado desde Murcia, ciudad donde actuarán esta noche en la inauguración de un hotel de lujo.
Allen, que viaja con su esposa Soon Yi y sus dos hijas, -quienes ayer dedicaron la tarde a pasear por la Granada monumental, ciudad incluida en la gira del cineasta y músico-, ha solicitado a la organización un catering caliente en el que predominen las verduras y las hortalizas y ningún exceso, al contrario de lo que ocurre con otras estrellas de la música o el celuloide, según cuentan desde Trui, la empresa organizadora del concierto. Agua con gas y sin gas, Coca Cola light sin cafeína y cerveza en botella de vidrio es lo que beberán los músicos, quienes tendrán a su disposición una cocina en el velódromo.
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