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EFE x LOS ÀNGELES
Refinadas y glamourosas, las estrellas más grandes de Hollywood llegaron a la alfombra roja de los premios Oscar con trajes blancos, grandes collares y vestidos con un hombro al descubierto.

Pese a que la crisis económica tiene a muchos estadounidenses contando los centavos, las estrellas no recortaron su refinamiento el domingo. «Si volteo mi cabeza, no veo ningún cambio», señaló el diseñador Valentino sobre la alfombra roja, agregando que intentar rebajar el tono de los Oscar sería «muy, muy malo».

Penélope Cruz y su compañera de nominación Taraji P. Henson optaron por utilizar voluminosos vestidos con escote strapless.
Expertos de moda calificaron la noche como un regreso al estilo sofisticado de Hollywood, diciendo que actrices como la ganadora a mejor actriz Kate Winslet y la nominada por Slumdog Millionaire Freida Pinto optaron por tendencias más clásicas.

Winslet se presentó en un estilo retro con un vestido Yves Saint Laurent azul grisáceo de un hombro con detalles negros «bastante cómodo», según dijo a los reporteros, que acompañó con un peinado hacia atrás y pendientes de diamantes. Pinto llegó a la alfombra roja con un vestido de una sola manga azul oscuro diseñado por John Galliano para Dior. Otras nominadas, como Marisa Tomei o Amy Adans eligieron Versace y Carolina Herrera, respectivamente, mientras que Anne Hathaway se decantó por Armani y Sara Jessica Parker, que presentó un premio, también vistió de Dior.

La alfombra roja, decorada con flores amarillas a los lados, mide casi cien metros que se cubren en setenta pasos, aunque las estrellas tardan en recorrerla hasta una hora, por los posados y las entrevistas, que aunque no superan los dos minutos, alargan el recorrido.

Las tradicionales listas de mejor vestidos en los Oscar de Hollywood proclamaron ayer a Penélope Cruz como una de las triunfadoras de la noche, tanto en el escenario del teatro Kodak como desplegando glamour sobre la alfombra roja. Los medios especializados estadounidenses coincidieron en su veredicto sobre la elección de Cruz, un vaporoso traje color crema con incrustaciones de pedrería diseñado hace sesenta años por Pierre Balmain.