TW
0
Ll.G./M.J. La capilla de las Escolapias de Sóller acogió este pasado fin de semana el tradicional Concurs per a Joves Intèrprets organizado por Joventuts Musicals de Sóller. Este acontecimiento cumple en esta edición 10 años de existencia durante los cuales numerosas promesas musicales del Valle y de otros puntos de Mallorca han tenido la oportunidad de mostrar sus progresos.

Este año el concurso contó con dos novedades. En primer lugar se instauró el premio de viola Miquel Ballester Cruelles, en recuerdo del que fue alma del ambiente musical de la ciudad. Un nuevo premio también inaugurado en esta edición es el Barbara Wallus Nuestras Tierras, destinado al mejor intérprete de una obra de compositor mallorquín o polaco. En esta ocasión, también se había convocado el premio de composición Mike Watts, pero se declaró desierto por falta de presentación de obras. También hubo un premio al mejor intérprete solleric.

Finalmente, el premio Ballester Cruelles para viola quedó desierto mientras que el Barbara Wallus fue concedido ex aequo a Mª Antònia Ensenyat Vicens y Margalida Canet Riera. El premio Joves Intrèrprets fue a parar a Mª Antònia Ensenyat Vicens (11 años), Joan Lillo Aguirre (12 años) y Guillem Forteza Bernat (18 años). Finalmente, el premio al mejor intérprete local fue para Paco Grancha Garrido, de 13 años.