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El coleccionismo de obras de arte fue radiografiado ayer por la noche en el Museu Es Baluard en el marco de una mesa redonda organizada por la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià y el Consell. Col·leccionisme en el nom de l'Art contó con las opiniones del académico, coleccionista y el presidente editor del Grup Serra, Pere A. Serra; el coleccionista Alejandro Villalba; el crítico Carlos Jover y el académico José María Pardo.
El debate, que contó con mucha participación por parte de los asistentes en la parte final, estuvo moderado por el artista y miembro de la Academia Rafa Forteza. Tras una «lectura histórica» de Pardo sobre la tradición del coleccionismo artístico en Mallorca, Forteza abrió el debate sugiriendo a los ponentes que conversaran sobre un tema clave: «¿Qué es el coleccionista de arte?», se preguntó. Según afirmó Jover, el coleccionista «tiene un vértigo especial por el saber universal que se refleja en una obra de arte. Quiere retirarla del dominio público para que sea sólo suya». Posteriormente, apuntó que para que alguien invierta en arte «no basta con tener una inclinación estética. Existe un amor desaforado hacia sí mismo, intentando conseguir algo que nadie más tenga. Si el coleccionista de arte fuera un coleccionista de matemáticas, compraría el teorema de Pitágoras y lo retiraría del ámbito público», bromeó.
Pasión
Pere A. Serra opinó que el coleccionista «no se hace, sino que nace». Coincidió con Jover en que quien colecciona arte debe tener aprecio por la «belleza» de las piezas, pero también algo de «soberbia para tener esa obra, que sabe que sólo está en su casa. Eso ocurre con muchos coleccionistas», explicó. Por otro lado, se mostró «pesimis