El pintor Joan MIralles muestra algunas de sus obras en una imagen de 2000. | Monserrat - T. MONSERRAT

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El pintor Joan Miralles, que había nacido en Muro en 1912, pero residía en Can Fusimany, en Deià, falleció ayer. La localidad de la Serra acoge las exequias y el entierro de sus restos mortales y el funeral por su alma tendrá lugar el lunes 22, a las 20.30, en la parroquia de Sant Francesc de Paula de Palma (c/General Riera, 73).

Quienes le trataron le recordaban ayer como un hombre elegante, una gran persona, y, en el terreno de la plástica, como un conocido retratista que también practicó la pintura de paisaje con sensibilidad. Miralles era miembro de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià y recibió la Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes en 2003.

Aunque hacía años que no se le veía en actos sociales en Ciutat, en 2005 salió de su refugio de la Serra para acudir al homenaje que le rindió la galería Vanrell con una exposición retrospectiva por sus más de 70 años de dedicación a la pintura. Entonces, dijo que «mi única profesión ha sido la de pintor, mi vida han sido los cuadros». Como se explica en la Gran Enciclopedia de la Pintura i la Escultura a les Balears , Miralles, que había estudiado en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palma, fue alumno, entre otros, de Llorenç Cerdà, formó parte del grupo artístico Azul e hizo su primera exposición en el Círculo de Bellas Artes de Ciutat en 1941.

Miralles destacó, sobre todo, como retratista y ya desde el inicio de su carrera, que se inscribía dentro del realismo academicista, tuvo muchos encargos, tanto institucionales, como de particulares y de la Iglesia. En cuanto sus paisajes, especialmente de Deià, se caracterizaron por una delicada poética de tonalidades intimistas y nada estridentes, como señaló ayer el galerista Joan Oliver 'Maneu'.