La Orquestra Simfònica de Balears revisa sus cuentas y ajusta números para poder asumir sin bajas un nuevo tijeretazo económico. El próximo año, la formación que dirige Salvador Brotons contará con un presupuesto que no alcanzará los cinco millones de euros (el Ajuntament de Palma y el Govern aportarán cada uno 1.845.080 euros y 922.000, el Consell). De momento, ya han calculado el ahorro de casi 200.000 euros «en gastos superfluos». Pero ¿será suficiente el dinero que ingresarán las instituciones en su cuenta para pagar a los músicos? Esa cifra, según fuentes consultadas, no bastaría, ya que en anteriores cursos se destinaba íntegramente a pagar las nóminas de los músicos. ¿Tendrá entonces la Simfònica que prescindir de personal o rebajar los sueldos?
Los problemas de la Simfònica
La Simfònica ahorrará hasta 200.000 euros en «gastos superfluos»
Las cuentas de la Orquestra perderán el próximo año alrededor de 1,5 millones
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3 comentarios
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Si fossim un país civilitzat i melònam, pagariem aquesta quantitat de la nostra butxaca, en comprar el billet. Crec que la gratuïtat deuria ésser una cosa molt limitada. Em crida l'atenció el predomini d'estrangers sobre els mallorquins en els concerts de mùsica.
Los políticos, que tanto saben de cultura, han decidido las siguientes medidas contundentes y superfluas: quitarle la octava aguda a los clarinetes, que sólo se emplea en música contemporánea; enviar a freír espárragos al concertino: que afinen con un afinador electrónico, ha espetado el nuevo conseller Bosch, y si no hay presupuesto para pilas, que lo haga el director, que para eso cobra. Los conciertos serán al aire libre: hay que aprovechar el sol de Mallorca; no es necesario alquilar todo un Auditórium para un concierto de nada. Prescindir de sillas para los músicos: que se fijen en los camareros, que se pasan 10 horas de pie y no se quejan. ¿Para qué tanto violín, viola, chelos y contrabajos? ¿Por qué tanta cuerda? Los contrabajos, que además son tan malos de transportar, que se vayan a su casa. Destensaremos las cuerdas a los chelos y que hagan sus pasajes, aunque no suenen del todo igual. Según Bosch, de todos modos los mallorquines no tenemos oído, y lo único que sabemos hacer en los conciertos es desenvolver caramelos en los momentos de máximo lirismo. Otro gasto inútil que se recortará será el no programar obras ni con coro, ni solistas, ni ballet, ni leches. Los cantantes que canten en la ducha, que es lo que hacemos todos. No tienen por qué castigar nuestros oídos con sus gritos y gestos ridículos. Y los de los ballets, que bailen en los semáforos de la autopista y que vendan pañuelitos de papel. Y con todos esos recortes, podremos subvencionar las ferias de la sobrasada de porc negre y mercadillos medievales, quitar la mierda que dejan los hooligans del Arenal y Punta Ballena y pagar los viajes de Bauzà y su sequito a Bruselas, que eso sí que es cultura. Y si hay un huequito para un Rasputín, al ataqueeeeeee!!!.
Si reconeixen que són "superflus" perquè els gastaven fins ara?? ffff... així va tot....