El animador Magín Marqués posó para este diario en el Passeig Mallorca de Palma. | Lluc Guasp

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Comenzó sus estudios de animación en 2D y 3D, pero Magín Marqués (Palma, 1986) no quería «perder más tiempo» y decidió adentrarse en este campo en auge de manera «autodidacta». Y no le ha ido mal. Tras su paso por varias series para televisión en los últimos años, el animador palmesano fue fichado por los responsables del filme de animación Las aventuras de Tadeo Jones para «dar vida a sus personajes». La cinta, basada en dos cortometrajes ganadores del Goya del cineasta Enrique Gato –Tadeo Jones y Tadeo Jones y el sótano maldito–, se estrenará el 31 de agosto en España y Europa.

Marqués envió un demoreel –una demostración de su trabajo– a la productora del filme, y ésta no dudo en ponerse en contacto con él para contratarle como Junior en su departamento de animación. «Necesitaban a alguien que estuviera empezando y les gustó mi trabajo», recuerda Marqués, quien desgrana al personaje protagonista de la cinta: «Tadeo Jones es un Indiana Jones a la española, con una estética a lo Superlópez, pero más estándar y menos gamberro. Es un obrero con alma de arqueólogo, pero no es una parodia, sólo un punto de partida con algún guiño».

Marqués, que reside desde hace tres años en Madrid y hace «prácticamente dos» que está trabajando en Las aventuras de Tadeo Jones, asegura que «estamos en un buen momento para la animación, ya que se están estrenando, a nivel nacional, entre dos y tres producciones al año, y eso, tal y como están las cosas, es más que bueno». Además, el animador está trabajando en otro filme, del que no puede decir nada: «Tengo totalmente prohibido hablar del tema. Es un filme que se produce en España de una productora de fuera. No puedo decir nada».

La «aspiración» de Magín Marqués es llegar a trabajar para productoras internacionales como Dreamworks o Pixar –artífices de grandes éxitos en el campo de la animación–. «Creo que es el sueño de todos los que nos dedicamos a este mundo», asegura, aunque, de momento, «no me puedo quejar de todo lo que me está pasando. Es un sueño cumplido», concluye.