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La idea de tocar en sus respectivas bodas no fraguó. Los miembros de Flying Dog tanteaban actuar en los casamientos para coquetear con esa sensación que es volver a juntarse. Han tardado siete años en decidir reunirse y lo harán con la formación original. Aquella que asomó la cabeza en 1998 retomará los escenarios el 6 de abril, en Cultura Club, como teloneros de Noiseast.

Aquella pausa la pulsaron un año después de su único disco, So far... so fine. El título surgió de la respuesta que daba Dani Tompkins cuando les preguntaban cómo llevaban la grabación. «Por ahora bien». Igual que su regreso. Recuperan la ilusión.

«Cada uno nos encontramos en momentos laborales y sentimentales estables. Entendemos el grupo como un hobby y es una forma de recuperar nuestra amistad», señala Dani Tompkins, quien echa de menos las actuaciones en la Península.

El conjunto sufrió varios cambios de alineación, pero ahora regresa con la formación titular, la de sus comienzos –a excepción del bajista–: Jaime Pons (batería), Alberto Martín (guitarra), Roger Bascuñana (cantante), Xus Ponce (bajista) y Dani Tompkins (guitarra).