La actriz, «que posee el rostro de una virgen pagana», tal y como expresó Luis Buñuel al catapultarla como una de sus musas en 'Ese oscuro objeto del deseo', cumplirá 58 años el próximo octubre, mes en el que la Academia de Cine le entregará la Medalla de Oro, un galardón que premia su buen hacer en la gran pantalla y que le recompensa el haber paseado nuestro cine a lo largo de varias décadas por Francia, Italia, Portugal y Latinoamérica.
Precisamente, la buena noticia le ha pillado rodando cerca de Roma, ciudad desde la que ha recibido la noticia. Todavía vestida con la ropa de la escena, afirmaba sentirse «como recién nacida». «Lo interpreto como una unión indivisible que tenemos los que amamos y los que conocemos el cine, nunca falla porque se desarrolla de una manera muy certera».
Temperamental, divertida, apasionada, cálida y amable, esta hija del archiconocido actor y cantante Antonio Molina -es la tercera de ocho hermanos-, estudió ballet clásico, danza española y arte dramático en Madrid.
Antes de su primera incursión en la gran pantalla, en 'No matarás', dirigida por César Fernández Ardavín, llegó a trabajar en un circo en Francia y ejerció como profesora de baile clásico español
Pronto se convertiría en una actriz fundamental en el cine español de la Transición, etapa en la que enfocó su carrera hacia producciones de calidad y compromiso, en muchas ocasiones producciones con una temática política, social e histórica.
A mediados de los setenta fue dirigida por Jaime Camino en 'Las largas vacaciones del 36' y por Manuel Gutiérrez Aragón en 'Camada negra', pero sería en 1977 cuando en la última película que dirigió Luis Buñuel -'Ese oscuro objeto del deseo'- compartió el personaje de Conchita con Carole Bouquet y ambas la pantalla con Fernando Rey.
Fue imprescindible en el cine de Jaime Chávarri, con el que trabajó en cinco ocasiones -A un dios desconocido, Bearn o la sala de las muñecas, El río de oro y las dos entregas de Las cosas del querer- y musa reconocida de Manuel Gutiérrez Aragón -El corazón del bosque, Demonios en el jardín y La mitad del cielo-.
Otras de sus interpretaciones más reconocidas fueron en 'La sabina', de José Luis Borau; y en 'Lola', de Bigas Luna. En los ochenta, a la vez que reafirmaba su presencia en España, se dejaba ver en las cinematografías francesa e italiana y hacía incursiones en el celuloide alemán y latinoamericano.
En los años noventa participó, entre otras producciones, en 'Una mujer bajo la lluvia', de Gerardo Vera; y 'Carne trémula', de Pedro Almodóvar, en la que recibía una bofetada del recientemente desaparecido Pepe Sancho. A la vez, protagonizó la serie de televisión 'Hermanas' donde se puso el hábito de monja junto a su hermana Mónica Molina y Pilar Bardem.
La Medalla de Oro tiene por objetivo ofrecer un homenaje a quienes han contribuido con su trayectoria profesional a mejorar el cine español en el aspecto industrial o en el artístico.
A lo largo de su historia, la han recibido Fernando Rey, Carlos Saura, Francisco Rabal, Alfredo Matas, Ana Belén, Sara Montiel, Elías Querejeta, Gil Parrondo, José Luis Borau, Fernando Fernán-Gómez, Carmelo Bernaola, Concha Velasco, Antonio Banderas, Basilio Martín Patino, Geraldine Chaplin, Pablo Núñez, Maribel Verdú, Carmen Maura, Rosa Maria SardÃñ, José Luis Alcaine y Manuel Gutiérrez Aragón.
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