Nacido en Barcelona el 22 de noviembre de 1928, Maspons retrató durante la década de los cincuenta la atmósfera entre la posguerra y el despegue económico de España y posteriormente desarrolló su labor fotográfica especialmente en los ámbitos de la moda, la arquitectura, la publicidad, la ilustración gráfica y el retrato.
Oriol Maspons permanecía ingresado desde hace varios días en un centro médico barcelonés, donde ya se había comunicado a sus familiares que su situación era irreversible al agravarse diversas dolencias que sufría.
«El hombre se va, su obra queda», ha declarado a Efe Alex Maspons, el hijo del reputado fotógrafo, que se mantuvo siempre al margen de los patrones socioculturales del régimen franquista y que en ocasiones llegó a afirmar que lo que más le gustaba era «ser políticamente incorrecto».
Maspons era, junto a Colita y Xavier Miserach, testigo e integrante de las vivencias de la Gauche Divine, un espacio de renovación estética e intelectual, de libertad y creatividad sin precedentes, que se situó al margen del luto social que tiñó la España franquista.
Encuadrado en el pequeño colectivo de fotógrafos que degustó el sentido hedonista de la vida, desde la segunda mitad de los años 50 captó la atmósfera entre la posguerra y el despegue económico, hasta culminar la modernización del lenguaje fotográfico.
Uno de los momentos más decisivos en la trayectoria de Maspons fueron los dos años en los que vivió y trabajó en París -a mediados de los cincuenta-, ya que en la capital francesa entró en contacto con el modelo de reportaje de Cartier Bresson y la agencia Magnum, característica del momento de esplendor de las revistas ilustradas «Paris Match», «Life» o «National Geographic».
Además, en París escribió para la revista especializada «AF» sus entrevistas a grandes fotógrafos -Brassai, Cartier Bresson, Robert Doisneau o Guy Bourdin-, a quienes igualmente fotografió.
En 1957, de regreso a Barcelona, alternó la moda y la publicidad con el reportaje para la «Gaceta Ilustrada». Un año después, el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió tres fotografías suyas para el fondo permanente de autores y, en 1959, Gran Bretaña le distinguió como mejor fotógrafo del año.
En su dilatada trayectoria, Maspons realizó tareas de fotografía editorial y publicó e ilustró diversos tipos de libros, dada su versatilidad de posibilidades: «La Caza de la perdiz roja», con texto de Miguel Delibes; «Toreo de Salón» (Camilo José Cela); «Poeta en Nueva York», sobre el poema de García Lorca; y «Els Catalans», de Ana y Terenci Moix (con Colita y Miserachs).
Además, realizó reportajes por todo el mundo para distintas revistas nacionales e internacionales con un estilo basado en el realismo de ficción.
Con sus Leicas y Pentax, desarrolló su labor especialmente en los ámbitos de moda, arquitectura, publicidad, ilustración gráfica y retrato, y trabajó para publicaciones tan significativas como «Gaceta Ilustrada», la revista de arte «L'Oeil», «Paris Match» o «Interviu».
El 31 de octubre de 2000, el Palau de la Virreina acogió una amplia muestra de la Gauche Divine, que incluyó retratos de miembros y afines del grupo, fiestas de verano en la Costa Brava, las primeras «go-go girls» de las «boites», el ambiente de locales nocturnos como Bocaccio y sus desfiles de moda, e incluso el encierro de intelectuales catalanes en Montserrat contra las penas de muerte del proceso de Burgos.
En las exposiciones sobre su obra se ha visto desde la España profunda, como los barrios gitanos o la comarca deprimida de Las Hurdes, pasando por decenas de retratos de personalidades que realizó en su estudio barcelonés de Gràcia y su imagen de Dalí con las musas o la serie de Toreo de Salón, hasta la Ibiza «hippy» de los 70.
En sus fotografías aparecen también amigos como Alexandre Cirici, Tapies, Serrat, Raimon, Carles Santos, Xavier Corberó, el bailarín Antonio, La Chunga, Vicente Escudero, Tete Montoliú, Lou Bennet, Cesc o Dalí.
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