El artista Pau Vallvé. | FERRAN SENDRA

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Desconocemos si Pau Vallvé tituló su último disco Abisme cavall hivern primavera i tornar bajo los efectos de algún fármaco alucinógeno, o tocado por un golpe de inspiración dadaísta. En cambio, sí sabemos a ciencia cierta que en su último trabajo el cantautor catalán presenta sus credenciales más reconocibles: un estilo sencillo, directo y sincero. El Teatre Mar i Terra acogerá la puesta de largo de su último trabajo, este viernes a partir de las 21.00 horas.

Indaguemos un poco en este disco de título críptico. Abisme cavall hivern primavera i tornar es un álbum doble trufado con 22 canciones cuyas letras escudriñan los vaivenes emocionales que ha sufrido su autor en los últimos años. Vallvé, que cumple veinte años sobre el escenario, ha plasmado un repertorio con dos facetas claramente diferenciadas: una aletargada y taciturna, en la que se cuestiona aspectos de su propia existencia. La otra es el contrapunto ideal, un reverso inspirado, optimista y vital. En suma, encontramos una veintena de canciones que recorren diferentes sensaciones y pensamientos que tienen que ver con un itinerario vital que sigue un orden cronológico.

Abisme cavall hivern primavera i tornar es la consecuencia de un artista que siempre ha hecho lo que le ha venido en gana. Ha jugado con los géneros, la melancolía y el humor ácido; ha compuesto bandas sonoras, melodías infantiles y explotado su reverso más espiritual. Qué demonios, incluso se inventó un alter ego (Estanislau Verdet) donde volcó otras ideas que bullían en su inquieta cabeza.