Un instante de los ensayos en Barcelona del espectáculo ‘Manes’, de la reconocida compañía la Fura dels Baus. | Redacción Cultura

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Una de las obras significativas del lenguaje de la Fura de las Baus de los años 90, Manes, se representará en la plaza de toros de Palma, el 26 y 27 de agosto, en el marco de la I Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Independiente. La recuperación del espectáculo, creado en 1996, cuenta con un nuevo reparto e incluye situaciones actualizadas a los tiempos presentes.

«Lo hemos llamado Manes recreació, es un espectáculo sencillo, con poca tecnología, donde los personajes son lo más importante, en un momento tan caótico y de súper información como ahora, intentamos regresar a las raíces, a lo más básico: nacer, comer, el sexo y la muerte», explicó Pera Tantiñá, uno de los directores de La Fura, compañía que va a cumplir 40 años.

El responsable de la pieza comentó que «las escenas son las mismas que en el montaje de 1996, vistas desde un modo más actual y hay cambios porque los actores, cuya personalidad tiene un peso muy importante, son otros». La actuación de Palma representa una previa al estreno oficial de la nueva versión de Manes, que tendrá lugar el 11 de septiembre en Eindhoven (Holanda). El 21 de julio, se podrá ver en el festival Portalblau de L’Escala (Girona).

Ensayos

Estas últimas semanas, la compañía trabaja en la Nau Bostik de Barcelona, con ensayos con público. «Nadie está acostumbrado a hacer este tipo de obras, tampoco los espectadores están habituados a verlas», declaró Tantiñá, quien precisó que «ha sido extraño ver la especial disposición del público, ha sido una sorpresa comprobar la conexión de jóvenes que no habían nacido cuando la obra se creó». El director aclaró que «es un espectáculo de contacto humano, aunque eso no signifique violencia, y está pensado para unas 600 a 800 personas, esa es la medida que hemos descubierto que nos permite llegar a todo el mundo».

Pruebas

De las pruebas escénicas, Tantiñá apuntó: «En estos cuatro ensayos, hemos visto que, al tocar temas tan abiertos y ser un espectáculo tan visual, atrae mucho; en estos tiempos, en los que todo el mundo está muy pasivo, ofrecemos puntos de vista distintos y la gente sale ilusionada; no pretendemos nada más que remover las entrañas».

«Vivimos en una época llena de impulsos dirigidos, para hacernos ver o creer algo, y Manes intenta exactamente lo contrario: entras y te enfrentas a una serie de imágenes que provocan que pienses, queremos que los espectadores liberen sus mentes, que sean ellos mismos lo que vean y descubran», concluyó.