«Es un honor y me siento muy feliz de recoger el premio en esta primavera de 2019 y más cuando llego a los 50. Haces una retrospectiva de lo que has hecho hasta ahora y anima a seguir», expresó la artista, quien añadió que «estos años en Palma me he sentido como en casa. Mi trabajo aquí se ha vuelto más introspectivo, intimista y relacional, quería que el público se sintiese protagonista».
Gómez opinó que «el arte es reflejo del mundo que nos rodea visto desde dentro. Este nos hace menos manejables a esta sociedad capitalista y patriarcal, además de más humanos porque no te hace obsesionarte con el éxito, y más libres y consecuentes con lo que queremos para el futuro».
Llorenç Carrió, regidor de Cultura, recordó la lista de artistas consagrados que ya han recibido este premio, entre ellos, «Ramon Canet, Broto, Joan Bennàssar, María Carbonero y Betty Gold, a los que ahora se suma ella». Carrió, también, apuntó que la carrera de Gómez ha estado ligada al Casal Solleric, ya que «en el año 2003 participó en la muestra colectiva Art Report y, en 2012, expuso aquí la exposición Totes les veus».
Por otro lado, Maria Ramón, coordinadora del club, reconoció que «la decisión del premio fue tomada por unanimidad». Además, recordó que «el galardón no cuenta con una dotación económica».
«Xam marcó una época con sus obras y era muy querido por el Rotary Club, por eso, cuando murió creamos este premio en su honor que este año celebran su XVIII edición y cada vez tiene más presencia y fuerza», afirmó la coordinadora.
Mientras que Toni Garí, presidente del Rotary Club Palma Ramon Llull, destacó «la calidad de sus obras y cómo vive el arte. A diferencia de otros artistas, que parece que estuvieran viviendo en otros mundos, ella es una artista con los pies en la Tierra, lo que llama mucho la atención», y deseó que «ojalá en Baleares hubiera más artistas como ella».
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