La amplia explanada en Ses Voltes acogió la primera sesión del Cinema a la Fresca. | Pere Bergas

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Con sus distintivos bancos acordonados y 200 sillas distribuidas en su amplia explanada, el pasado martes, Ses Voltes acogió la primera sesión del Cinema a la Fresca. Más de un centenar de espectadores asistieron a la proyección de Actrices, dirigida por Ventura Pons, y escogida como apertura del ciclo fílmico en homenaje a Rosa María Sardà, fallecida el pasado mes de junio.

En esta edición, marcada por la COVID-19, el objetivo primordial era que el emblemático cine de verano no se detuviese: «Este año ha cambiado todo. La logística se ha complicado mucho y hemos hecho todo lo posible porque al cine no le pare ni la pandemia», afirmó Pep Lluis Moyà, técnico auxiliar de Cultura del Ajuntament de Palma.

Medidas de seguridad

Este año el aforo se ha limitado; los asistentes deben descargar sus entradas con antelación en www.palmacultura.cat. Entre las medidas de seguridad implantadas, además del uso de mascarillas durante toda la proyección y la distancia entre los asientos, destaca el control de los accesos, así como la vigilancia de la muralla. Pese a todo, el público parecía ilusionado con el ciclo.

«Es el mejor cine de verano que yo conozco. Con la Catedral sobre nosotros y el mar a nuestra espalda, ¿qué más se puede pedir?», afirmó Andrés Moreno. Marga Barceló y Rosa Rivas coincidieron en la «buena organización y la sensación de seguridad», y Ana, por su parte, estaba especialmente satisfecha: «Esta película no me la quería perder, Sardà es una grande de España».