Según un comunicado del coliseo madrileño, tomará «las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad», aunque asegura que se cumplían «todas las normas vigentes» y que la protesta partió de «un grupo minoritario de espectadores».
Añade que había 905 localidades ocupadas, un 51,5 por ciento del aforo total de la sala, y que, aunque se ofreció a los espectadores que con gritos y palmas se quejaban por la ocupación excesiva del gallinero mientras que en platea sí se respetaba la distancia de seguridad marcada para la prevención de la COVID-19, la posibilidad de recolocarlos o devolverles el importe de las entradas, las protestas continuaron hasta obligar a suspender la función.
«Después de la reubicación de una gran parte de los espectadores que protestaban, y de dos intentos de interpretar la ópera por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función, un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas», señala la versión del Teatro Real.
Las quejas, que también se han volcado en redes sociales, se debían a la supuesta recolocación de algunos espectadores en las butacas de paraíso, donde no se guardaba la distancia de seguridad.
Después de cincuenta minutos de espera y tras dos intentos de retomar la función, al final se ha tenido que tomar la decisión de cancelar definitivamente la representación ante las incesantes protestas, han confirmado a Efe fuentes del Real.
A gritos de «¡fuera, fuera! o «¡suspensión!» los abonados en esta zona del Real impidieron ya que arrancara la función a su hora prevista (20.00 horas) al considerar que el aforo en esta parte del teatro (la más superior y lateral) superaba lo permitido, cuando en otras zonas, según testimonios de algunos asistentes a través de las redes sociales, «había dos butacas de separación entre espectadores».
Entre tanto, la orquesta tocó la obertura de la ópera, mientras que las protestas continuaban, lo que obligó al maestro Nicola Luissoti a bajar del podio y detener la representación, que trató de retomarse cincuenta minutos más tarde, aunque finalmente el telón acabó echándose definitivamente.
Debido a la situación generada la Policía de Madrid ha tenido que acudir al lugar, donde han comprobado que el aforo era el adecuado a las restricciones impuestas por la crisis sanitaria, según han informado a Efe fuentes policiales.
La ópera Un Ballo in maschera, con la que se estrenaba la temporada 20/21 en el Real, fue estrenada el viernes con la presencia de los reyes.
18 comentarios
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"Gallinero" muy descriptivo el termino. De muestra un botón, de lo que piensan los pudientes de los que no lo son. A ver si algunos se bajan de la palmera y se van enterando yá.
S'olla se cruia per molt que intentin amagar sa realitat, no me vull ni imaginar lo que haguessin fet a Catalunya, si lo que passa a Madrid ho hagués fet en Torra, que es de jutjat de guàrdia però bé, si un llegeix el Frankfurter Allgemeine, veurà que no es lo mateix que es cuiners de sa llotja des Bernabéu mos fan menjar o sa crua realitat com mos veu Europa.
Ezso pzsa por dejar que los probes vayan al teattro. Que vean la tele!
La organización dice que se seguían protocolos , la policía también , según informan aquí había dos asientos de separación . Hasta aquí todo bien , pero todo suena a movimiento de los de siempre para hacernos creer que en este país es todo una lucha de clases , y encima ese movimiento solo quieren dos clases , la pobre y la política osea ellos . Los demás ya iremos a la ópera cuando a ellos les sobren sitios. En fin huele todo a eso a mover odio y crear divisiones
se puede vender el 50% de las butacas. Siempre manteniendo la distancia de seguridad. Solo se pueden sentar juntas los grupos convivientes. Es decir, que puede solo se pudiera vender el 30 o 40% de las butacas. Para eso sirven los programas informáticos. Por tanto mala gestión. Estos teatros antiguos no suelen permitir entradas y salidas por distintas puertas. Deben entrar primero los que se sientan al fondo y por hileras, y salen primero los de más cerca de la puerta, y por hileras. Escalonamiento. Y ya seguro que los aires acondicionados sean antiguos y no se puedan poner por falta de filtros adecuados, por tanto, mala gestión.
La cosa está clara. El teatro tiene gastos(impuestos.,mantenimiento) y los actores, actúan porque es su trabajo y la gente trabaja para ganar dinero. Depende del trabajo se gana más o menos. Matemáticas puras. En platea se ve mejor y SIEMPRE ha sido más caro. El gallinero se ve peor y, por eso, es más barato. La gente exige entradas baratas, gallinero lleno, intentan recolocar en platea con excusa covid y, así, pago poquísimo y me ponen en primera línea. Pues no quejarse, aguanta con lo que has comprado o no vayas. O paga lo mismo que los de platea. Es sencillo. Caro, per sencillo y lógico
Hasta ahora teníamos los conspiranoicos negacionistas, ahora los conspiranoicos de discriminación social... ¿Alguien sabe si Monedero, después del homenaje que se pego en la cena, se pasó también a organizar las protestas del Real?
@clio, moraleja: SI LA ZONA DE ENTRADAS MÁS CARAS TIENE UN AFORO DEL 50%, EL RESTO DE ZONAS DEL TEATRO TAMBIÉN. No era tan complicado de entender, creo yo.
Moraleja: mejor no arriesgarse a promover espectáculor y mantener pues las salas cerrads.
La foto de la derecha, la platea, tiene truco, es anterior a la de la izquierda. La gente aún se está sentando, de hecho hay espectadores por el pasillo y en pie ante sus localidades. Los espectadores sentados están en asientos habilitados y no se ve a gente ocupando las plazas precintadas. En definitiva, el único pecado del Real ha sido creer que en el gallinero la gente ocuparía la localidad asignada y no que se sentaría donde les da la gana saltándose las medidas de seguridad.