Desinfección de sobres ante las cámaras, test de coronavirus en directo y mensajeros enfundados en escafandra para entregar los premios. La pandemia ha sido la absoluta protagonista de unos premios Emmy que han tirado de ingenio este domingo para salvar su ceremonia a distancia.
«Bienvenidos a los 'Pand-Emmys'», bromeaba el presentador Jimmy Kimmel al comienzo de una gala que no se ha tomado muy en serio y en la que la mayoría de invitados intervino desde el sofá de su casa, algunos en soledad, otros con su familia y los más lanzados celebrando fiestas frente a una webcam.
La entrega de los premios más importantes de la televisión ha tenido el honor -y el infortunio- de marcar la pauta que seguirán los Óscar, los Globos de Oro y demás eventos de farándula si el estado de las cosas sigue como hasta ahora en los próximos meses. Algo que cuadra con las previsiones más razonables.
Así, el gigantesco Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.) completamente vacío daba la bienvenida a los espectadores que no han querido perderse un formato reinventado y que ha tenido en el carisma de Jennifer Aniston, la emoción de Zendaya y la solvencia de Jimmy Kimmel sus principales pilares.
Sus apariciones han hilado una extraña gala en la que Watchmen (miniserie), Schitt's Creek (comedia) y Succession (drama) se han proclamado como las mejores ficciones del año.
Una imagen que ya es viral en redes sociales resume a la perfección el espíritu de estos Emmy: Jennifer Aniston, Courteney Cox y Lisa Kudrow reunidas frente a la cámara viendo el evento.
Aniston justificaba el porqué de su encuentro con las protagonistas de Friends con un sencillo: «Llevamos siendo compañeras de piso desde 1994».
El guiño doble a una de las series míticas de la pequeña pantalla y al confinamiento en los hogares era la guinda del pastel a una lista de bromas que han tratado de ironizar con lo extraño de las circunstancias, al tiempo que celebrar lo importante que ha sido la televisión para muchas personas.
«Todos los días la televisión está allí para ti -aseguraba Kimmel-. Es la madre de tu familia, la hermana de tu hermana y hasta tu perro».
Después de ese discurso, el presentador accedía a una gran pantalla repleta de conexiones en directo. Pero antes de entrar... desinfectante de manos expulsado por un trofeo convertido en surtidor de jabón.
Desde esa sala el humorista ha ido dando paso a diferentes intervenciones como la de las actrices Reese Witherspoon y Kerry Washington, quienes aparecían en un jardín celebrando una fiesta de Año Nuevo.
«Porque ya estamos preparadas para que termine este», explicaban.
Fuera de la retransmisión oficial, en el mundo de las redes, arrasaba un vídeo de Ramy Youssef, quien tras perder en su categoría grabó cómo un mensajero enfundado en escafandra se despedía con el premio en su mano.
Elecciones y racismo, presentes
A pesar de los deseos de que acabe ya el agitado 2020 y de la sátira constante hacia las circunstancias, hubo espacio para momentos serios.
Entre las convenciones políticas de agosto y los debates electorales de las próximas semanas, estos Emmy han sido el último evento extra-político que ha reunido a una gran masa de espectadores antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
«Tengan claro que su voto en las próximas elecciones cuenta», insistía una de las ganadoras, la actriz Regina King, en su discurso.
La protagonista de Watchmen intervino con una camiseta en la que aparecía la imagen de Breonna Taylor, la joven afroamericana que en marzo murió tiroteada por policías siendo inocente. Y no fue la única. También lo hizo la actriz Uzo Aduba mientras que pancartas con el lema «Black Lives Matter» se colaron en la emisión.
El discurso de Tyler Perry tras recibir un homenaje por su labor social también mencionaba la lucha por la igualdad racial en Estados Unidos después de que Mark Ruffalo y Dan Levy animaran al voto.
Luego, America Ferrera narraba en un homenaje al colectivo latino -ausente entre los nominados- cómo a los 16 años le pidieron que sonara «más latina» para obtener un papel porque, a pesar de su apariencia, no tenía el acento que asociaban a su imagen.
Ganadores
En el apartado de premios, era la noche para conocer a la heredera de Game of Thrones, pero, aunque los Emmy virtuales por la pandemia coronaron a Succession como mejor drama y a Watchmen como mejor serie limitada, la absoluta triunfadora fue Schitt's Creek, que arrasó en todos y cada uno de los apartados de comedia.
Ni su reparto se lo creía. Aunque la misma euforia mostró Zendaya cuando a sus 24 años se convirtió en la actriz más joven en ganar a interpretación dramática, precisamente por su papel en el fenómeno Euphoria.
La joven triunfó en una reñida categoría contra veteranas de la interpretación como Jennifer Aniston, Olivia Colman, Laura Linney, Sandra Oh y Jodie Comer. Su discurso, admirando a todas a ellas, fue una especie de presentación ante sus compañeros de Hollywood, con quienes se reunirá en próximas galas. Quién sabe cómo y cuándo.
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