El recorrido vital de Mateu Perpinyà hasta la fecha es un ejemplo del ‘dejarse llevar'. Él mismo cuenta que «empecé a viajar y estuve un tiempo así y al final acabé en Vietnam». Allí, en el Sudeste Asiático, casi en la otra punta del mundo, su pasión de juventud de coger la cámara y grabar se convirtió en algo más que un hobbie, y comenzó a hacerse un nombre como director de videoclips de la escena hip hop vietnamita.
Ahora, la cosa está un poco más difícil y Mateu explica que piensa volver a España, pero todavía desde Vietnam nos relata algunos vaivenes de su experiencia como filmmaker en el país asiático, donde ha rodado un documental sobre el mundo metalero titulado Saigon Metalhood.
Esa pasión, la de grabar, nace a temprana edad junto a otra de la que, además, fue pionero. Él y su grupo de amigos fueron los primeros en realizar parkour en Mallorca y Mateu, además, era el encargado de «coger la cámara, grabar y montar vídeos». Eso, que era «jugar y pasarlo bien», despertó algo más profundo.
A su llegada a Vietnam Mateu, conoció a Ivan Tankushev (que participó en las conocidas series de animación Arthur o Padre de familia) quien estaba rodando para GoPro vídeos «extremos y me hizo un poco de mentor». Aun así, «yo quería hacer videoclips de metal, pero no salió», de modo que empezó con los de hip hop.
Según relata, «Vietnam es un sitio un poco chungo. La gente y la lengua son muy diferentes. Es como jugar la vida en modo difícil». Eso sí, tiene ventajas: «Sobre todo a nivel logístico. Es fácil moverse y en 20 minutos tengo una cámara donde quiera y un vídeo está hecho y pagado en una semana. En España va más lento».
Poco a poco fue haciendo más videoclips de rap y hip hop hasta sumar «más de 40», de los que algunos superan el «millón de visitas». A la gente «le flipaba», pero cuando todo parecía ir bien «me robaron las cámaras y perdí 8.000 euros en equipo», lamenta.
Tras eso, Mateu se centró en lo que podía hacer desde el ordenador y empezó de nuevo. Fue entonces cuando conoció a «unos tíos de Texas que estaban haciendo un documental sobre el metal de Vietnam». Se trataba de Sean Lambe y William Snyder, quienes le enseñaron las grabaciones con las que Mateu vio todo encajar.
El problema es que no tenían «una historia» y él se propuso realizar un corto con el material y les gustó. Así nacía Saigon Metalhood, que cuenta la historia de tres generaciones de metaleros desde los turbulentos orígenes del heavy en Vietnam hasta ahora.
Desde Trung Thanh Sago, leyenda local del rock que tocaba para los soldados estadounidenses durante la Guerra de Vietnam, hasta músicos actuales que luchan con apagones eléctricos y promotores para promover el género que aman. Mateu no duda en alabar el resultado final: «Está muy guay, salió muy bien y lo pusimos en Amazon, Vimeo y otras plataformas».
Cambios
Ahora, no obstante, la cosa está cambiando y Mateu se plantea regresar. «El virus no había pasado por aquí apenas, pero ahora ha llegado fuerte y es una locura». Esto ha provocado que al caducar su visado sea complicado renovarlo porque «hay más restricciones».
Además, «aquí todo es muy temporal, y está cambiando el flujo de hacer las cosas» por lo que Mateu medita volver a la Isla, hacer contactos y acabar aquí «un corto de ciencia ficción que es un proyecto personal». Pase lo que pase, Mateu ha demostrado moverse en los cambios como pez en el agua.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
En el nuevo Vietnam, la hoz y el martillo están forjados con "heavy metal".