Ara Malikian actúa este viernes y el sábado en el Trui Teatre.

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No hace falta haber pisado un conservatorio, ni ser un asiduo de la ópera, para poder disfrutar y emocionarse con este singular intérprete. Su repertorio, su puesta en escena, vis cómica y viveza interpretativa están diseñadas simple y llanamente para estrechar las distancias entre las élites musicales y el paladar popular. En Ara Malikian no hay afán exhibicionista, sino lúdico, lo suyo es un torrente vertiginoso de melodías que evapora la distancia entre unos y otros sin que, oh milagro, nadie frunza el ceño. El violinista armenio-libanés regresa con fuerza a uno de sus escenarios predilectos, Trui Teatre. Lo hace por partida doble, viernes y sábado, a las 21.00 y 20.00 horas, respectivamente, enrolado en su multitudinario, elocuente y explosivo Ara World Tour.

Malikian constituye una deliciosa anomalía en el horizonte musical, tanto le da ponerse solemne y marcarse una particularísima versión del Requiem de Mozart, como arrancarse con un clásico de Bowie. Y como a eclecticismo no le gana nadie, a renglón seguido ejecuta un tema propio inspirado en sus raíces libanesas, o se catapulta a los 70 para cambiarle el cuerpo a un clásico de Led Zeppelin. ¡Si Beethoven levantara la cabeza! «Seguramente me enviaría a tomar por culo», dejaba ir entre risas en una reciente entrevista a Ultima Hora.

Ara Malikian ha forjado un estilo propio a partir de sus ricas influencias. El músico es, muy a pesar de los puristas, uno de los más brillantes y expresivos violinistas de su generación. Asiduo a los escenarios locales, esta vez dará brillo al regreso a la actividad cotidiana tras las fiestas navideñas. No estará solo, le acompañará un solvente conjunto de acompañamiento. Juntos presentarán Ara World Tour, cuyo repertorio discurre por un torrente vertiginoso de melodías que estrechan las distancias entre lo culto y lo popular.

Extremo

Con su depurada técnica, siempre llevada al extremo; con su versatilidad sin límites; con su estilo rebelde; con sus largos parlamentos, que le muestran como un orador elocuente y divertido; con su seductor acento, mezcla de culturas… Malkian consigue que asistir a uno de sus shows y dejarse arrullar el oído con sus embaucadoras melodías sea una experiencia digna de vivir.