El evento, que busca potenciar la asistencia del público a los cines como hábito social y cultural, llega en un momento difícil para los exhibidores, con una caída media de asistencia a las salas del 47,3 por ciento entre enero y marzo respecto a la media del mismo periodo entre 2015 y 2019, según datos de Comscore Movies Spain.
La fiesta del cine venía celebrándose con carácter semestral hasta octubre de 2019, cuando tuvo lugar la última edición previa a las restricciones implantadas en marzo de 2020 por la covid-19, y reunió a más de 2,2 millones de espectadores en tres días.
Organizada por FECE junto a la federación de distribuidores (Fedicine) y el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), la iniciativa cumplió en 2019 una década desde su puesta en marcha.
La primera edición se celebró 2009 con carácter anual y en 2011, dada su buena acogida, pasó a semestral. En total, en 2019 el evento registró más de 4 millones de espectadores: 1.82 millones en mayo y 2,2 millones en octubre, la segunda mejor edición histórica después de la de octubre de 2016 (2,65 millones de espectadores).
Esta nueva edición llega en condiciones muy diferentes con la taquilla muy tocada por la pandemia. El 2021 cerró con un total de 41 millones de espectadores, un 45% más que el fatídico 2020, pero muy lejos de los 105 millones de entradas vendidas en 2019.
Para participar en la Fiesta del Cine se requiere acreditación previa en la web fiestadelcine.com, excepto los mayores de 60 y menores de 14 años que no la precisan. La venta anticipada de las entradas para los tres días comenzará el lunes 2 de mayo exclusivamente por Internet, tanto en las webs de los cines como en las webs tradicionales de venta de entradas. El martes 3 de mayo, primer día de la Fiesta del Cine, las entradas también se podrán adquirir en taquilla y en los quioscos situados en las entradas de los cines
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Conmigo que no cuenten. Eso de meterse en espacios masificados se acabó. Con lo bien que se ven en casa, más calidad, más comodidad y nadie te molesta. Y al mismo precio de las palomitas en mi casa me tomo langosta y Moët & Chandon.