Mireia Estrada, comisaria de la muestra.  | Carles Domènec

TW
0

La exposición ‘Veïnatges creatius a la ciutat’ de la asociación Jiwar Creació i Societat llega al centro de cultura Can Gelabert en Binissalem, después de haberse visto en las sedes de Casa Árabe de Madrid y Córdoba. Buena parte de las obras son de autores que han participado en residencias artísticas de la asociación, un espacio de creación ubicado en el barrio de Gracia de Barcelona que, desde el año 2011, ha trabajado principalmente con artistas del norte de África.

Se trata de 31 obras de doce artistas mediterráneos de origen árabe, de lugares como Marruecos, Egipto, Argelia, Sudán, Túnez, Líbano o Siria. Se incluye una pieza videográfica de la barcelonesa Ro Caminal, rodada en la casba de Argel, que ha contado con la colaboración del poeta y músico Ahmed Chaabi. La muestra permanecerá en Can Gelabert hasta el 31 de agosto.

El visitante se encontrará, entre otras obras, con un mural resultado de una performance realizada en Barcelona por el marroquí Sadik Haddari, la pintura de Amado Alfadni (El Cairo), grabados de Azza Abo Rebieh (Beirut) que recuerdan su paso por la cárcel de Adra, en Damasco, o los dibujos con rotulador de Farah Ben Mansour, de Túnez.

La comisaria de la muestra, Mireia Estrada Gelabert, comentó que «la exposición cuenta con el valor testimonial del reconocimiento del proyecto Jiwar como espacio de encuentro y, a su vez, es una oportunidad para disfrutar de una producción artística que trata de romper algunos estereotipos».    Sobre el título del montaje, apunta que «hay varias nociones de vecindad, una intercultural porque existe un imaginario compartido que es el Mediterráneo, otra entre el barrio y la ciudad, y una vecindad entre diferentes disciplinas artísticas».

«Para mí, era importante que esta exposición se pudiera ver en Mallorca por una cuestión personal, por mi origen familiar, y por la mirada mediterránea que compartimos», dijo la comisaria, que aseguró que «cuando hablo de Marruecos, me aparece la idea de un hilo invisible que nos traslada a Mallorca, y hace que tenga todo el sentido del mundo que obras de artistas de lugares como el Magreb lleguen a la Isla». Estrada ha publicado recientemente el libro ‘Sense sucre. Una dona occidental al Marroc’ (Ara Llibres), a medio camino entre la crónica y las memorias, donde revisa veinte años de su experiencia vital en Marruecos.