Miquel Àngel Lladó y Sebastià Portell, los más vendidos de la Setmana del Llibre en Català de Palma

En el caso de la literatura infantil, los libros que han llamado más la atención han sido Sensibles (Editorial B de Blok), de Míriam Tirado; I si se'm menja una balena? (Editorial Flamboyant), de Susanna Isern, ilustrado per Rocío Bonilla; y Mia Fantasia (Editorial Combel), de Elisenda Roca. Les siguen de cerca El misteri dels dragons (Nova Editorial Moll), de Carles el Saure y Toni Salom. De hecho, en esta edición el Gremi de Llibreters, entidad que preside Àlex Volney y que organiza el evento, han potenciado las actividades dirigidas a los pequeños lectores, así como a toda la familia. Prueba de ello ha sido el éxito de actividades infantiles como la presentación de Sensibles a cargo de Míriam Tirado, y el cuentacuentos de Aina Salvà con la ilustradora Rocío Bonilla, actos que generaron largas colas.

En cuanto al balance de esta 33 edición, Volney asegura que la Setmana «ha sido buena, a pesar de que el tiempo ha provocado afluencias intermitentes». En este sentido, ha destacado el éxito de participación de este fin de semana. Para Volney, según han detallado desde la organización en una nota, la Setmana del Llibre en Català de Mallorca «ha sido capaz de generar algunos actos de gran valor», entre los que destaca la presentación del último poemario de Miquel Àngel Lladó; el homenaje al poeta menorquín Joan F. López Casasnovas, fallecido el pasado mes de julio, coordinado por Pere Gomila, y los coloquios del Any Fuster y el Any Ferrater.

Bajo el lema La llengua que ens uneix, esta Setmana ha puesto el acento en la reivindicación del uso social del catalán como «lengua vehicular e integradora» y ha coincidido por primera vez con la Setmana del Llibre de Barcelona para «poner en valor una realidad lingüística, a menudo ignorada, que convierte el catalán en la 27 lengua con más peso económico del mundo, con más de 10 millones de hablantes». De hecho, el programa arrancó el miércoles 14 con el pregón del editor y el activista valenciano Eliseu Climent, quien también defendió que hay que crear un «dron cultural» que vaya más allá de las fronteras.