Joan Yago compartió mesa con los dramaturgos Alfredo Sanzol, Esther F. Carrodeguas, Álvaro Vicente y María Goiricelaya. | Carles Domènec

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La Feria del Libro de Fráncfort cerró el domingo sus puertas después de cinco días de actividad, en los que editores, agentes y autores encauzaron el futuro inmediato del sector. En el pabellón de España, que en esta edición fue la comunidad invitada de honor, se llevaron a cabo más de medio centenar de mesas redondas. Joan Yago participó el sábado en una charla titulada Dramaturgia contemporánea española al lado de los autores teatrales Alfredo Sanzol, Esther F. Carrodeguas, María Goiricelaya y Álvaro Vicente. «Empezamos con la compañía La Calòrica en el año 2010, en un momento de consecuencias devastadoras de la crisis del 2008, en un contexto de precariedad», explicó Yago, quien asumió que «ganar dinero con el teatro es algo muy reciente para mí, aún no me lo creo».

El dramaturgo aseguró que «los que hemos quedado seguramente no somos los mejores, pero sí los que más hemos aguantado, pero no es posible que se pierda otra generación y seguir dejando cadáveres por el camino». El mallorquín explicó que acaba de estrenar en el Teatro María Guerrero de Madrid la comedia política Breve historia del ferrocarril español, que escribió durante una residencia dramática en el Centro Dramático Nacional. «Pude escribir con libertad absoluta», apuntó Yago, quien ya estrenó en Madrid con La Calórica la obra Las aves en marzo.

El editor de Dolmen, Vicente García, contó que «hay que estar en Fráncfort porque es una manera de marcar la diferencia y reforzar las relaciones personales», y precisó que «hemos tenido un año bueno, pero creemos que, ahora, consolidamos un año próximo que será mejor». García desveló que «la mitad de las citas han sido con franceses, que nos enseñan sus novedades y, cuando veo algo bueno, quiero publicarlo». García anunció que Esther y su mundo será una de las grandes apuestas del año que viene». Muestras del trabajo de los dibujantes Max y Bartolomé Seguí se pudieron ver en una de las exposiciones del pabellón español, mientras que otro ilustrador con base en Mallorca, Canizales, se desplazó a la feria.