El escritor y colaborador de este periódico, Guillem Frontera. | Jaume Morey

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El escritor y colaborador de Ultima Hora Guillem Frontera (Ariany, 1945), ganador de importantes galardones como el Ciutat de Palma de Novel·la por Els carnissers o el Crítica Serra d’Or por La mort i la pluja, se alzó el pasado fin de semana con otro premio: el Trajectòria a la Creació del festival de novela negra en catalán Tiana Negra. De hecho, es una distinción que se da por primera vez, junto con el de Premi Trajectòria a la Traducció, que fue para Albert Pejó. Frontera confiesa que no se lo esperaba y que, precisamente por eso, «el efecto fue más potente». «La verdad es que tengo consciencia de haber escrito solamente una novela policíaca: La ruta dels cangurs. Pero luego, cuando hablé con la editora [Maria Bohigas, de Club Editor] de Sicília sense morts [ahora también una serie de televisión, producida por IB3 en colaboración con Nova Producciones y la participación de Filmin, TV3, À Punt], me dijo que era una novela negra fantástica y yo me quedé perplejo», cuenta.

«No me había dado cuenta de ello. Luego, empezamos a repasar mis libros y en prácticamente todos hay novela negra. He cultivado este género sin enterarme», admite. «La única vez que me he sentado a la mesa y me he propuesto escribir algo para rendir homenaje a grandes autores norteamericanos», insiste el autor, quien avanza que está trabajando en su próxima obra. «Es una novela que tengo un poco encallada y la verdad es que me está saliendo un poco negra también», apunta. «Aunque la actualidad del país comienza a ser bien negra. No es casualidad que hayan surgido tantas novelas negras en Mallorca. Basta leer la prensa. Cada día nos encontramos con crónicas de una sociedad que vive un momento muy negro», lamenta.

En este sentido, sobre si no recuerda otra época más oscura, Frontera asegura que «ha habido etapas más sórdidas, con desajustes con la justicia, pero tal vez eran menos y nos afectaban mucho. Ahora la cosa es brutal, entre otras cuestiones porque hay sociedades que presumiblemente están muy avanzadas económicamente, pero estamos ante una sociedad sin valores morales». Todo ello, pues, es caldo de cultivo para el género de novela negra, «al margen de los muertos, vivimos en un ambiente muy espeso». «La novela negra, a parte de algunas grandes operaciones comerciales, sale cuando tiene que salir y en los lugares donde tiene que salir», concluye.