La escritora mallorquina Joana Marcús ha revolucionado el panorama literario juvenil. | Jaume Morey

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Como es bien sabido, todo tiene un fin y la saga que ha cautivado a cientos de miles de lectores, Meses a tu lado, también. La escritora mallorquina Joana Marcús, que protagoniza una auténtica revolución en el panorama literario juvenil, ha publicado este jueves 2 de noviembre su cuarto y último libro de esta serie, conformada por Antes de diciembre, Después de diciembre y Tres meses y que edita el sello Montena (Planeta) en su colección Wattpadd, que es la plataforma digital en la que se ha dado a conocer Marcús.

Jack y Jenna, los protagonistas de esta historia de amor, pasan ahora a un segundo plano en este nuevo volumen, Las luces de febrero, a favor de sus hijos, Ellie y Jay. Sobre si hay una tendencia de los hijos a seguir los pasos de sus padres, Marcús, que está estudiando Psicología, apunta que precisamente se da lo contrario: «Al final, cuando creces en un ambiente en el que alguien tiene una personalidad muy marcada, quieres intentar diferenciarte. Por eso, hay hermanos que son muy diferentes entre sí, a pesar de haberse criado en el mismo hogar: necesitan marcar su propia personalidad. Con los padres pasa igual: es imposible que no te parezcas en ellos en algunas cosas, pero es importante establecer una separación», razona.

Otra de las cuestiones que plantea la novela es la línea que separa el amor del odio. Según apunta Marcús en el libro, «del amor al odio hay solo un paso, pero del odio al amor hay un camino muy largo». Así las cosas, cabe preguntarse si nos cuesta más amar que odiar. Para la escritora, «es más fácil mostrarte duro, como si no fueras tú mismo y estuvieras por encima de las emociones».

«Al final todo esto es lo que impulsan las redes sociales, donde tienes que demostrar que todo es perfecto y está bien. Por eso, los personajes principales de esta novela también quieren marcar mucho su personalidad. Para ellos es más fácil enseñar odio o rabia que sincerarse y mostrarse tal y como son, personas sensibles y tiernas con sentimientos», detalla.

En este sentido, la autora reconoce que la hostilidad es muy frecuente en las redes sociales. «Pero, si te paras a pensarlo, las redes son como un altavoz. Siempre ha sido así: rechazamos la vulnerabilidad. Lo único es que con las redes sociales lo puedes hacer de forma anónima. En internet no tienes que tomar la palabra, puedes decir lo que quieras cuando quieras. En cambio, en una conversación, alguien tiene que hablar primero. Hay más libertad, para bien y para mal», compara.

Marcús inicia ahora una gira de firmas de Las luces de febrero que concluirá el 21 de diciembre en Palma. «Siempre vamos a Madrid y Barcelona porque son las ciudades más importantes, pero mi preferida, como no puede ser de otra manera, es Palma. Me encanta poder hablar en mallorquín y oír expresiones que, en el resto de lugares, no puedo escuchar», concluye, con una mezcla de «alegría y tristeza» por el fin de esta saga. Ahora, la escritora quiere dejar pasar un tiempo y «hacer balance de lo que quiero escribir».