«Esta historia me ha trastocado, fue extraordinario y muy emotivo. De golpe te encuentras que, en menos de 48 horas, se vierte sobre ti todo lo que has hecho a lo largo de cincuenta o sesenta años: relatos, paisajes o emociones que has desencadenado. Y descubres cosas que habías olvidado, que habías puesto en tus novelas sin darte cuenta, porque el inconsciente está muy presente cuando trabajas en una novela, te guía. Han sido unos días fascinantes y a la vez traumáticos», reconoce el prolífico autor de títulos como Els alicorns, Tigres, Els jardins incendiats o He jugat amb llops. De hecho, esta última, basada en la tesis que publicó en 1978, fue llevada a la gran pantalla por Gerardo Olivares como Entre lobos y hace un año –aunque sigue girando por los escenarios– el dramaturgo Jaume Miró la convirtió en obra de teatro como parte del ciclo Literactua de la Mallorca Literària junto a Produccions de Ferro.
Está basada en la historia real de Marcos Rodríguez, un niño que durante la Posguerra convivió entre lobos, en plena naturaleza. «Miró ha hecho un gran trabajo, porque ha conseguido que el texto vibre. Es un espectáculo impresionante. Mucha gente me ha escrito diciéndome que es una obra que interroga, que plantea muchas inquietudes. Y esa es la gran función de la literatura, crear interrogantes y pensamientos nuevos», destaca.
Curiosamente, la nueva novela breve de Janer Manila también tiene muy presente la aventura y la naturaleza: Jaguar. On els adverbis es moren de por (Nova Editorial Moll). «Es una parábola protagonizada por unos jóvenes que parten de Cádiz en la primera mitad del siglo XIX hacia las profundidades del Amazonas y las tierras del Jaguar», explica. Recorren lo que después serán unas ciudades devoradas por la industria de la madera, pero que todavía son impenetrables para la mayoría, con caminos que terminan desvaneciéndose a favor de la selva. La presentará el próximo 21 de mayo en Quars Llibres (Palma).
«Intenté crear una historia en la que buscan un pueblo que la abuela del protagonista conoció, también sus gentes, un pueblo cuya lengua prescinde de los adverbios. Es una lengua que está a punto de desaparecer. De golpe me vino a la cabeza que los únicos testimonios que conservan esa lengua son los loros que la aprendieron de los hablantes. Los jóvenes, entonces, quedan decepcionados y la única esperanza es que, algún día, alguien los pueda escuchar y transcribir las palabras», avanza el autor, a la vez que añade que hay una historia de amor. Y es que Jaguar también es un homenaje a la tradición oral. «Dentro de nosotros tenemos una caja negra, como los aviones, que se ha formado a través de las lecturas que hemos hecho, que dicen mucho de nuestra personalidad. Si consigues encontrar esa caja negra de una persona, sabrás mucho de ella», declara.
Por otra parte, Janer Manila afirma que, aunque sus obras se ambienten en tiempos remotos, «siempre quiero que mis libros, aunque estén ambientados en otra época, hablen del ahora. He publicado obras sobre George Sand en Mallorca o Catalina Homar y el Arxiduc, pero nunca he querido escribir novelas históricas, sino usar personajes históricos para reflexionar sobre el presente», puntualiza.
Futuro
Por otra parte, Janer Manila avanza lo que será su próxima publicación: La dama ha tornat a morir-se. «Es una novela breve, de unas 200 páginas, terrible, durísima. Es sobre una Mallorca actual esperpéntica en homenaje a Llorenç Villalonga, aunque no sale ni él ni ningún elemento suyo de forma explícita, en el libro resuena la Mallorca que Villalonga quiso criticar, pero trayéndola a la actualidad. Es una burla de la Mallorca de ahora, desgarrada, y con referentes concretos», anuncia.
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