El reconocido pianista Mikhail Pletnev actuó ayer en el Festival Cap Rocat. | Jose Urbano

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El 8 de noviembre de 1938, y huyendo del frío de París que estaba haciendo empeorar su delicada salud, Frédéric Chopin atraco en Palma. Lo hizo junto a la escritora George Sand, entonces su amante, y lo dos hijos de la autora. Y aquí, más concretamente en la Cartoixa de Valldemossa, el que es uno de los máximos exponentes del Romanticismo pasó una temporada. Ese invierno, entre ese noviembre y febrero de 1939, sería crucial en su carrera: compuso la mayor parte de sus veinticuatro preludios, como recoge Sand en Un invierno en Mallorca.

La noche del sábado, y fascinado con esta historia, el prestigioso pianista Mikhail Pletnev (Arcánge, Rusia, 1957) abrazó el legado del compositor polaco en un íntimo y memorable recital en el Festival Cap Rocat, que acoge el majestuoso hotel del mismo nombre.

Pletnev, también un reconocidísimo compositor y director de orquesta, dedicó el segundo recital del Festival Cap Rocat íntegramente a obras de Chopin, un total de seis piezas: Nocturne in E-Flat major —op. 9 n. 2; Nocturne in Fa major —op. 15 n. 1; Nocturne in C-Sharp minor —op. 27 n. 1; Nocturne in F-Sharp minor —op. 48 n. 2; Nocturne in F minor —op. 55 n. 1, y Nocturne in E major —op. 62 n. 2.

El público, más reducido en comparación con el resto de propuesta del festival, para dar con ese aura de solemnidad e intimidad que requiere, cayó hipnotizado en el que fue uno de los recitales más destacados de este verano en la Isla, y tal vez de todo este 2024. Tener a Pletnev delante es un lujo para los sentidos al alcance de pocos. Bajo un silencio sepulcral, convenció a todos.

No en vano, Pletnev es uno de los artistas más respetados e influyentes de su época. Con actuaciones y grabaciones sobresalientes tanto como pianista como director, el pianista ha ganado numerosos premios, entre ellos un Grammy en 2005 por su adaptación de La Cenicienta de Prokofiev, un Gramophone en 1996 por Sonatas de Scarlatti, además de ser reconocido por The New Yorker por su grabación de las sinfonías y conciertos de piano de Beethoven.

El Festival Cap Rocat concluirá este domingo con su tercera y última jornada, una gala de ópera que protagonizarán la soprano estadounidense Lisette Oropesa, la Orquestra Simfònica de Balears, bajo la batuta de Pablo Mielgo, y el coro del festival.