Al finalizar la gana se tomó la ya tradicional fotografía de los galardonados y participantes de la ceremonia, así como autoridades políticas, entre las que destacó la presencia de la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. | Pere Bota

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Un Teatre Principal de Palma abarrotado ha acogido este sábado la gran fiesta de la Obra Cultural Balear: la Nit de la Cultura. Una fiesta que ha tenido en esta convocatoria a unos invitados de lujo: la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Entre la comitiva política se encontraban también el delegado de Gobierno en Balears, Alfonso Rodríguez; Pedro Vidal, secretario autonómico de Cultura del Govern, Pedro Vidal; la consellera de Cultura, Antònia Roca y Sònia Hernández, consellera de Cultura de la Generalitat de Catalunya. El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha sido otro de los más ilustres asistentes. En esta ocasión, la Nit de la Cultura ha tenido especial atención por los compatriotas valencianos y la OCB dedicó los beneficios recaudados con las entradas a la campaña Amunt País Valencià!, de la Federació Llull, que integra la propia OCB junto a Òmnium Cultural y Acció Cultural del País Valencià, dedicada a los afectados por la DANA.

Como no podía ser de otra manera en esta gala de entrega de los Premis 31 de Desembre, la velada ha transcurrido con un fuerte carácter reivindicativo a favor de la lengua catalana. Y, sin embargo, la de este sábado ha tenido un tono todavía más político si cabe, incluso de tensión. Lo ha sido desde el primer discurso de la noche, que pronunció el presidente de la OCB, Antoni Llabrés, quien no ha dudado en señalar al Govern y denunciar el plan de segregación lingüística, «sin base pedagógica ni apoyo legal». El presidente calificó de «emergencia lingüística» el momento actual e instó a adoptar «medidas urgentes» para asegurar la continuidad del catalán «a medio plazo».

Asimismo, Llabrés ha reivindicado la celebración de la Diada de Mallorca el 31 de diciembre, un lema que se ha repetido a lo largo de toda la noche en boca de los galardonados, como el actor y dramaturgo Joan Gomila, uno de los integrantes de la compañía La Fornal, que ha clamado a favor de la «plena normalización lingüística» y ha recordado la importancia de reivindicar la memoria histórica, algo que han llevado a cabo con montajes sobre el alcalde republicano Antoni Amer ‘Garanya’ o Madame Marie, también víctima de la represión franquista.

Tras el largo y aplaudido discurso, Maria del Mar Bonet, acompañada al laúd por Toni Pastor y Marc Grasas a la guitarra, ha emocionado a todos y cada uno de los espectadores con su interpretación de Camí florit, de Josep Maria Llompart y Lo pi de Formentor, de Miquel Costa i Llobera, quien, por cierto ha sido uno de los nombres más pronunciados en la gala celebrada la noche anterior en el mismo escenario, en la entrega de los Premis Mallorca del Consell. La ovación ha sido unánime, pero no ha sido la única.

Marc Grasas, Maria del Mar Bonet y Toni Pastor
Marc Grasas, Maria del Mar Bonet y Toni Pastor deleitaron al público del Teatre Principal de Palma con ‘Camí florit’ y ‘Lo pi de Formentor’. Foto: PERE BOTA

El editor valenciano Eliseu Climent ha conseguido poner a todo el Principal de pie al recoger su galardón. El fundador del sello Tres i Quatre, muy emocionado, ha hecho reír a los asistentes con el verso de la popular canción: «Per Mallorca ens ix el sol i per Castella s’apaga». No se ha quedado atrás Toni Gomila, nuestro hombre orquesta de teatro. Lo que parecía un número cómico terminó por convertirse en un ruego, con una clara referencia a Guillem Frontera, además de a Llompart, para poder vivir en catalán: «Hi haurà un dia en què no podrem més i llavors ho podrem tot».

En el apartado artístico también cabe destacar la actuación de Marala, formado por la mallorquina Clara Fiol, la catalana Selma Bruna y la valenciana Sandra Monfort. El trío, que ya se ha convertido en una de las bandas más interesantes del panorama musical catalán, ha sorprendido–incluso a los que ya conocían su propuesta– al público con una versión impactante del popular Copeo traïdor, mezclando el propio copeo con una electrónica llena de denuncia feminista. Estas actuaciones se han intercalado entre los tres grandes bloques de premios y sirvieron para amenizar la velada, aunque de eso ya se ha encargado Ensemble Lumière, formación que ha puesto la banda sonora a la Nit de la Cultura. Han clausurado la velada la Coral Infantil de Joventuts Musicals de Palma ‘Onzequinze’ y, cómo no, la emblemática La Balanguera, el himno que ha conciliado los ánimos políticos y puso de nuevo en pie a todo el Principal.