Catalina Carrasco es la creadora y protagonista de 'Cybil·la', la nueva propuesta de la compañía de danza Baal. | Alejandra Conrado

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La compañía Baal de danza, fundada por Catalina Carrasco y Gaspar Morey, lleva diez años explorando la experimentación con el cuerpo mediante la hibridación de géneros y la tecnología, con una estética futurista y rompedora. Este jueves a las 19.30 horas estrenan en el Teatre de Manacor su nueva propuesta: Kin, que forma parte de la serie Cybil·la. Un juego de palabras, explica Carrasco, que surge de la fusión de nuestra Sibil·la con la figura del cíborg. «El personaje principal es un ciborg en un espacio y un tiempo diferentes, en el que no se encuentra ninguna forma de vida con la que poder compartir sus deseos: bailar y amar», avanza sobre esta pieza, que cuenta con música de Jaume Manresa. Por ello, puntualiza que, aunque tenga que ver con la Sibil·la y el fin del mundo, este se refleja «no desde una perspectiva derrotista y triste, sino desde el deseo y el amor como respuesta y solución».

«El cíborg como un ser máquina-humano-animal evolucionado y mucho más conectado con todo, tanto con la naturaleza, el universo como con la tecnología viene provocado por el Manifiesto cyborg de Donna Haraway, filósofa y bióloga ecofeminista que propone una conexión mucho más profunda gracias a la transformación y mutación del ser humano como solución para romper los sistemas de poder, patriarcales, dicotómicos, así como para combatir la destrucción de nuestro entorn», razona Carrasco, a la vez que destaca que «la Sibil·la nos interesa como ser mágico, mitológico; un oráculo que puede ver el futuro, pero que también está conectada con la vida y la muerte, las mujeres sabias y las brujas».

Asimismo, Kin forma parte de una trilogía, cuya segunda parte se titulará Eutropia y se estrenará en enero. Se trata de un vídeo danza que ganó la última edición de los Premis Futurs Utòpics de la Mediterrània de la UIB y que se podrá ver en abierto una vez se celebre la entrega de galardones. «Todos los episodios tienen contenidos similares: son fábulas especulativas de ciencia ficción como posibles soluciones al colapso al que nos enfrentamos», detalla.

El tercer capítulo, anuncia, verá la luz a finales de 2025 y consistirá en «una instalación performática para bosques y espacios naturales, así como otros espacios no convencionales en los que haya vegetación. Será una oda a la naturaleza. Queremos que el público se convierta también en plantas y árboles». Para ello, «ahora necesitamos aliados del proyecto y la financiación para que sea una realidad».

En este sentido, Carrasco apunta que Cybil·la se dirige a público joven y adulto. «Pensamos que estamos perdiendo a un público muy interesante que es el que está entre los 12 y 30 años. Creemos que un espectáculo como este les puede interesar, ya que tratamos temas como la relación com la tecnología, la robótica y la Inteligencia Artificial». Por otra parte, la creadora subraya que, por primera vez, han construido un montaje accesible para los espectadores con «diversidad sensorial». «Es un factor que hemos tenido en cuenta en el proceso de creación y, además, durante la función habrá una artista preparada para acompañarlos».

Paralelamente, Baal continúa con la gira por España de su pieza Alek & Sophie: Viatgeres de l´espai, una propuesta de ciencia ficción ambientada en un «universo marciano» que es una utopía de proximidad» que tiene como elementos principales la fantasía y el juego. «Es un espectáculo dedicado a la infancia y a la familia que contiene un dispositivo de imagen, tecnología y objetos que cobran vida». «Esta obra tiene una bonita gira por España, ojalá Cybil·la también la tenga», concluye.